GUN JAM – Análisis

GUN JAM – Análisis

Flojo de papeles

Jaw Drop Games se mete en el mundo de los shooters rítmicos con Gun Jam, un título con buenas intenciones y una jugabilidad algo diferente, pero que se siente como si estuviera falto de alma


En la poblada jungla de los shooters en primera persona, es bastante complicado destacar hoy por hoy. No tanto porque no haya buenas propuestas, sino que la mayoría o bien se inspira en DOOM o en algún otro juego que se haya inspirado en el trabajo de id Software con anterioridad. Sin embargo, la llegada de títulos como BPM: Bullets Per Minute o Metal Hellsinger ofrecieron dentro de un mismo concepto, un panorama diferente: el shooter rítmico. Este subgénero se ha convertido -de repente- en un interesante nicho que varios desarrolladores han decidido explotar. Gun Jam es una nueva propuesta en este espacio; una que reemplaza el infierno sombrío con una estética de ciencia ficción con mucho neón. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro, porque pese a haber buenas intenciones, el desarrollo de Jaw Drop Games se siente a medio terminar. Como si le faltara alma.

Puede que las últimas oraciones del párrafo introductorio se sientan lapidarias, pero lo cierto es que así es como percibí el juego. Es un título que no tiene una campaña de la que hablar o tan siquiera personajes memorables. Por el contrario, es un shooter tipo ‘arena’ que recuerda, en cierto modo a Impaler, pero sin la gracia de este. De todos modos, ojo, insisto en que hay buenas intenciones, pero tampoco por ello voy a pretender sacar agua de las piedras. Quizá en unos meses Gun Jam sea un videojuego completamente diferente a lo que es hoy. Pero por muy optimista que quiera ser, mis impresiones no se pueden basar en el futuro, sino en el presente. En lo que tuve la posibilidad de jugar.

Por norma general, lo que esperaría al iniciar un nuevo juego es una cinemática o alguna diapositiva que me ponga en contexto de qué sucede. Pues bien, Gun Jam no me dio nada de esto, invitándome a saltar directamente al caos. En ese momento pensé ‘Bueno, quizá una vez comience a jugar, se me cuente algo acerca de lo que está pasando acá’, pero -spoiler- no hubo nada de nada. Está bien, lo entiendo: no todos los juegos necesitan de una trama o un mínimo argumento para salir a pegar tiros. Aún así, me llamó la atención el hecho de encontrarme con un menú frío y soso. Al menos la música que suena en ese momento, si bien no es de mi estilo, me pareció bastante buena y comencé a mover el pie, lo cual me dio esperanza.

Gun Jam Shotgun

Antes de poder comenzar a disparar se puede elegir una canción y un escenario. La banda sonora es algo limitada. Son tan solo 10 canciones de ritmo y estilos variados. Sin embargo, si eso resulta poco, el título permite importar nuestros temas favoritos y detectar su bpm de forma automática. No obstante, lo que más me llamó la atención es que tan solo hay 4 niveles para elegir. Sí, leíste bien: solo 4, siendo 3 arenas y uno de corte más pasillero. Además, mencionar que hay 3 personajes que -se supone- son diferentes. Aunque siendo honesto, los encontré a todos iguales al margen de sus habilidades ‘Overdrive’. Por ejemplo, uno de ellos puede ralentizar el tiempo, mientras que otro provoca más daño. El tema es que cada uno está vinculado a un mapa en concreto. Es decir, no se pueden elegir. Jugas con el que te toca y punto.

Sea como sea, considero que el punto más ‘fuerte’ de Gun Jam se encuentra en su jugabilidad. Como shooter rítmico es relativamente diferente al resto. Quienes hayan jugado a Metal Hellsinger recordarán que -por norma general- los disparos se realizaban junto con los tiempos fuertes. Acá la cosa cambia, ya que el tempo a seguir es una mezcla entre tiempos completos, medios o cuartos. Esta mecánica hace que el título sea un poco más interesante (al menos por un ratito). También me gustó que cada tipo de ritmo está asociado a un arma. Por lo tanto, no hace falta cambiarlas manualmente debido a que el personaje lo hace de forma automática. Eso sí: no se puede disparar cuando se antoja, sino que hay que hacerlo en el momento exacto en que una especie de gema de diferentes colores pasan por la retícula de las armas.

El arsenal en cuestión también es algo limitado y está compuesto por una escopeta de doble cañón, una especie de railgun y un rifle de plasma. Como dije, cada una está asociada a un tiempo específico. Además, hay un lanzacohetes que enfatiza el ritmo. Cada arma tiene su propio tipo de disparo y daño. Lamentablemente no parece que tuvieran el peso que se supone. Es decir, da prácticamente lo mismo pegar un tiro con una que otra. Aparte de las armas, cada personaje tiene una habilidad que le permite hacer una suerte de dash que se puede usar para esquivar el infierno de balas o evadir a aquellos enemigos que pudieran dejarnos arrinconados.

Es una pena que la poca variedad que impregna al título en general, también alcanza a los enemigos. Abundan en cantidad, pero son muy similares unos de otros. De hecho, solo son 3 o 4 tipos de criaturas diferentes y ya. Una especie de guerrero humanoide, drones y unos perros que atacan con saltitos. También hay jefes a los que se puede dañar, pero solo después de haber limpiado todo el nivel. Ahora, he de reconocer que al menos visualmente es un juego decente. No es que se te vaya a ‘caer la mandíbula’ al suelo, pero cumple con un apartado gráfico bastante colorido y detallado, que coquetea con un estilo cel-shading.

Para terminar, remarcar que Gun Jam no es un desastre, pero si muy pobre en lo que a contenido respecta. Se siente como falto de alma y lanzar un videojuego así, sin un roadmap o planes a futuro, solo hace un flaco favor a la desarrolladora. Además, hay detalles que no me gustan para nada. Por ejemplo que cuando termina un nivel, te devuelva se sopetón a la pantalla de inicio, previo a mostrarte los puntos obtenidos. Es como si el propio juego quisiera que dejes de jugar y te vayas a hacer otra cosa. No sé, tal vez es que esperaba algo más de este shooter rítmico. Quizá una historia o un trasfondo mínimo. También es posible que Jaw Drop Games haya volcado sus recursos hacia Deathground, un juego de supervivencia de terror de dinosaurios que se ve increíble, dejando a este desarrollo de lado. Quién sabe.

Gun Jam Boss

En conclusión, Gun Jam es un título que no puedo recomendar, no porque sea malo o injugable, sino por la falta de cariño que lo impregna. O al menos esa es la sensación que me deja. Se siente como un juego que prometía mucho, pero que fue lanzado sin terminar. Si bien la música que acompaña a la propuesta es de buena calidad, la jugabilidad es ‘diferente’ a la de otros shooters rítmicos y la posibilidad de incorporar tus canciones favoritas es de agradecer, no encuentro nada que me seduzca aquí. Y me duele decir esto -en especial- porque es un videojuego publicado por Raw Fury, pero Jaw Drop Games no ofrece nada que no puedas encontrar en otras propuestas de características similares. Aún así, si querés darle una chance, estás en libertad de hacerlo. Porque como dicen por ahí ‘Para gustos, colores’. O en este caso, ritmos.


FICHA TÉCNICA:

Compartir artículo:

Cebanos un Matecito

Sobre Franco Borgogna

Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.


Artículos más recientes

Buscar