Los gráficos suelen estar considerados como una de las partes más importantes de un videojuego. Sin embargo, no siempre define la calidad de una propuesta. A día de hoy, decenas de títulos nos demuestran que el minimalismo propio de un colorido pixel art y un conjunto de mecánicas inspiradas en la saga Souls, pueden combinarse perfectamente y ofrecernos una de las grandes sorpresas del 2024. Estoy hablando de Fountains, un juego desarrollado por John Pywell que no necesita de grandes florituras visuales para enamorar y ofrecer una experiencia jugable muy sólida y robusta.
Fountains nos cuenta que hace miles de años los dioses dieron a la humanidad La Fuente de la Juventud. Quienes bebieron de ella se convirtieron en Intemporales; personas que nunca cambiarían. Si bien como nos enseñó el Tío Ben ‘todo gran poder conlleva una responsabilidad’, muchos humanos aprovecharon esta ventaja para dar rienda suelta a la maldad y convertirse en tiranos. Debido a esto, es que se formó la Guardia Justa, una orden dedicada a luchar contra la tiranía y proteger la fuente mágica, que terminó siendo ocultada por los dioses. Como jugadores, nos ponemos en los pies del Usurpador, un misterioso guerrero que escapa de un oscuro calabozo con el objetivo de encontrar la fontana que concede la vida eterna, tal como fue escrito en una vieja profecía.
Como todo Soulslike, Fountains también es difícil. Pero no estoy hablando de una dificultad artificial, sino de un buen diseño. El trabajo de John Pywell pone a prueba nuestra paciencia, reflejos y memoria de forma constante. Algunas criaturas puede que no se sientan como una gran amenaza, sin embargo cuando atacan junto a otras, pueden hacernos pasar muy malos momentos. En más de una ocasión me ví obligado a retroceder y replantear mi estrategia de combate para poder avanzar. De todos modos, los enemigos más interesante son los jefes, extremadamente creativos tanto en diseño, como en sus patrones de ataques.
Luego de derrotar a un jefe somos recompensados con nuevas habilidades, como lanzar un rayo de luz, arrojar bombas o colgarnos con un gancho al estilo Batman, lo cual nos permitirá explorar el mundo en profundidad. En este sentido, el juego presenta una progresión estilo metroidvania, aunque esto es un arma de doble filo. Por un lado, se siente como un excelente incentivo para seguir adelante, pero por el otro resulta frustrante el hecho de dar un paso y encontrar zonas a los que no es posible acceder. De más está decir que, una vez conseguimos una nueva herramienta, vamos a estar obligados a hacer backtracking a fin de re-explorar el mapa en busca de todas aquellas zonas previamente inaccesibles.
El mundo de Fountains está interconectado. Se siente como una especie de laberinto compuesto por diferentes escenarios, como oscuras catacumbas, frondosos y antiguos bosques, majestuosos castillos, húmedas mazmorras y desolados páramos. Es realmente destacable la labor realizada por John Pywell en este sentido, ya que dota a la experiencia de variedad y muchas horas de diversión. Además el juego cuenta con un sistema de pistas similar al que usa Dark Souls. Mediante este, podemos compartir mensajes informativos con otros jugadores, los cuales pueden ser calificados según su utilidad. Sin lugar a dudas, una invaluable herramienta que nos puede ayudar a descubrir zonas ocultas, o que habilidades son necesarias para avanzar. Por otro lado, también pueden proporcionar información falsa que nos lleven a trampas o emboscadas.
Un detalle que me gustó mucho, es que Fountains usa el agua como elemento para curarnos o para realizar ataques a distancia. Eso sí, me llamó la atención que no existe una mecánica de subida de nivel, sino que los atributos aumentan con piezas de equipo. El problema con esto es que, de no contar con un buen equipamiento, vamos a estar en una situación de clara desventaja en ciertos combates. De todos modos, nada que una buena lectura de patrones, un adecuado uso de las esquivas y el correcto aprovechamiento de cada ventana de ataque, no pueda solucionar.
Lo importante pasa por saber administrar la barra de resistencia para no quedar expuestos ante un ataque mortal. Porque morir se castiga severamente Fountains. No solamente vamos a estar obligados a volver a la última fuente en la que descansamos, sino que también perderemos la mitad del recurso más importantes del juego: las monedas. Las mismas pueden usarse para comprar armas y piezas de equipo a los mercaderes que pululan por el mundo. Eso sí, aquí no existe posibilidad alguna de recuperar el vil metal, como sería en el caso de Dark Souls con las almas. Por ello, muchas veces lo más inteligente es evitar a aquellos enemigos que con dos ataques pueden mandarnos de regreso al último punto de control.
Fountains presenta una gran variedad de enemigos y criaturas. Estos están relacionados a la zona que nos encontremos explorando. Por ejemplo, en una zona de granjas un cerdo puede que sea el enemigo a vencer, mientras que en el bosque son las abejas, y los solados en los castillos. También existen varios NPC con los que interactuar que, aunque no tienen voz, emiten sonidos que ayudan a generar una suerte de con ellos. Es a través de estos personajes que podemos descubrir un poco más acerca del mundo, y acceder a las múltiples misiones secundarias que el título ofrece.
De primera resulta difícil darnos cuenta de que tenemos que hacer para completar una misión. Algunas son más extensas que otras y cuentan con varias fases. No obstante, a medida que exploramos y observamos ciertos puntos de interés se vuelve evidente que esa caña de pescar abandonada, una bota o un item raro, pertenece a alguno de los NPC que conocimos por el camino. Por lo tanto, y a modo de consejo, recomiendo tomar nota de los nombres de los distintos personajes y de sus necesidades. Al menos si es que desean completar el juego al 100%.
Fountains es una joya de esas bien escondidas que indudablemente pasó muy por debajo del radar. Es uno de esos videojuegos que una vez descubrimos consigue enamorar con suma facilidad haciendo que nos perdamos por horas en su mundo. Está claro que su minimalismo y el discreto estilo artístico puede que no sea del agrado de todo el mundo. Pero quienes estén dispuestos a darle una oportunidad les puedo asegurar que una vez tomen el control y vean lo bien pulidas que están sus mecánicas, lo hermoso de su mundo y ambientación, y lo profundo de su mensaje, no lo soltaran hasta terminarlo. Simplemente disfrutarán del viaje.
Sobre Ulises Corrales
Soy un apasionado de la fantasía oscura medieval y fanático de los soulslike. Cuento historias con voz sensual en cada hoguera en la que paro a descansar.
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