Resulta sumamente deleitable el poder atestiguar la veneración, vehemencia y respeto con el que FromSoftware llegan a honrar a la saga Souls en Shadow of the Erdtree, la única expansión de Elden Ring. Por que, sin lugar a dudas, cualquier seguidor acérrimo de la obra del estudio notará con facilidad que este DLC es todo un homenaje. Uno que ofrece decenas de referencias, combates súmamente épicos y todo un nuevo reino para explorar, lo que se traduce en más de 40 horas de felicidad y sufrimiento, a partes iguales. Y si bien no presenta una experiencia notablemente diferente a la del juego base, no se puede negar que es una excelente continuación de ese largo y maravilloso viaje por las Tierras Intermedias.
Como bien sabemos Elden Ring es una amalgama de toda la experiencia adquirida por FromSoftware en el desarrollo de videojuegos. O al menos, de gran parte de ella. Desde King’s Field, pasando por Demon’s Souls y Bloodborne, hasta llegar a Dark Souls 3. Todos estos juegos presentan las mismas mecánicas de combate y un estilo narrativo similar. Además, si bien se nota la mejora en calidad gráfica a lo largo de las sucesivas entregas, mantienen ese tono inconfundible de fantasía oscura. Eso sin mencionar que en también comparten una dificultad endiablada y al NPC fetiche de Miyazaki: Patches, la Hiena. Además, y no menos importante, todos los juegos del estudio evocan el mismo sentimiento de soledad, melancolía, resiliencia y superación.
Shadows of the Erdtree hace una recopilación de momentos emblemáticos presentes en toda la saga Souls. Partiendo desde cosas tan simples como mover una palanca que permite el desagüe de una zona inundada, lo primero que se viene a la mente es el momento que llegamos a Nuevo Londo en Dark Souls, donde también debíamos accionar un mecanismo similar para acceder a las calles de la ciudad. Otra bonita referencia el ataúd que podemos usar como transporte para llegar a una zona desconocida. Algo muy similar a lo que debíamos hacer para acceder al pacto de Nito. Que dicho sea de paso, en Dark Souls 2 podíamos hacer lo mismo, aunque con una finalidad diferente.
Otra momento memorable acontece en la Costa Cerulea cuando el suelo se desmorona y sufrimos una caída de muchos metros, sin sufrir daño al aterrizar. Imposible no relacionar esto con The Ringed City, el DLC de Dark Souls 3. Esto está íntimamente relacionado con la pelea del jefe de la zona, que para acceder al campo de batalla igual damos un salto de Fe al estilo Assassins Creed, muy parecido al que teníamos que hacer para llegar hasta el combate contra los Hermanos Demonios. Cabe destacar que este mismo campo de batalla de Shadow of the Erdtree, es peculiarmente similar, sino idéntico al que luchamos contra Midir.
En lo personal, una de mis referencias favoritas es la de la Armadura de Aurous de Dark Souls 2. En Shadow of the Erdtree encontramos la Armadura de la Noche la cual es una clara alusión a dicha pieza de equipo, debido a su innegable similitud principalmente en la corona. Hay muchísimos más guiños a toda la saga, pero enumerarlos a todos sería una tarea titánica. Y eso sin mencionar las alusiones a Berserk, algo que se siente extremadamente nostálgico y llamativo. Es a través de estos detalles que la historia se cuenta, con una narrativa que nos deja la tarea de unir puntos entre lo que enseña el entorno, las descripciones de los objetos y la pequeña cantidad de información revelada por los nuevos NPC que conocemos en el camino.
En cuanto a la jugabilidad, Shadow of the Erdtree se juega exactamente como el juego base. Es decir, contamos con muy poca orientación acerca de qué hacer. Estamos obligados a explorar el mapa del Reino de las Sombras, el cual se revela poco a poco. Cabe resaltar que el tamaño es aproximadamente el mismo que el de la región de Limgrave de las Tierras Intermedias, y que cuenta con una gran cantidad de mazmorras, tanto opcionales como ligadas a la historia principal. De más está decir que no estamos obligados a completar todo el contenido adicional que la expansión ofrece, aunque las recompensas que podemos obtener gracias a ello, serán de suma ayuda a la hora de afrontar los nuevos desafíos.
Como era de esperar, los nuevos jefes principales representan el pico más alto en términos de dificultad, como así también de diseño. Si bien no sucede lo mismo con los opcionales, cuyos patrones de ataque se sienten algo simple al punto de que no representarán ningún desafío para un jugador con experiencia, no debemos confiarnos. Después de todo, dos o tres golpes pueden enviarnos con facilidad a la última hoguera. Afortunadamente, el DLC ofrece algunas herramientas sumamente útiles, como por ejemplo la Bendición del Reino de las Sombras, que nos permite potenciar los atributos. A esto se suman nuevos conjuntos de armaduras y armas, destacando los guanteletes para reventar a todo lo que se nos cruza a puñetazos o una la Katana con la que podemos profundizar las opciones de la clase Samurai.
Amén de los guiños y referencias, es fácil caer en la sensación que Shadow of the Erdtree es ‘más de lo mismo’. Sin embargo, la calidad del contenido incluido en la expansión es excelente. El nuevo mapa, las posibilidades que ofrece en términos de exploración y desafío, pasando por las mazmorras opcionales, hasta llegar a los nuevos jefes y enemigos, todo está extremadamente bien diseñado. Pero más allá de eso, la verdadera razón por la que este DLC logra posicionarse como uno de los mejores trabajos de FromSoftware es que evoca la misma sensación de asombro que Elden Ring, más de cien horas después.
Tristemente Shadow of the Erdtree se siente como una despedida por parte de FromSoftware al género soulslike. Tal vez sean conjeturas de quién escribe y en un futuro no muy lejano recibamos noticias de Dark Souls 4 o Elden Ring 2. No obstante, y mal que me pese, considero que el estudio tocó techo. De continuar con la travesía por esta senda, creo que será muy difícil que puedan ofrecer algo nuevo, innovador o distintivo. Al fin y al cabo, cada nueva entrega de la saga, añadió algo la fórmula. Lo bueno es que la desarrolladora tiene varias IP muy interesantes que seguir expandiendo, como Sekiro o Armored Core. Incluso hasta podrían traer a King’s Field o Evergrace de regreso en una remake, o una nueva entrega de la saga Tenchu.
Elden Ring: Shadow of the Erdtree, se siente como dar un vistazo a todo lo que hemos vivido a lo largo de la saga Souls. Tal como si fueran los últimos suspiros de la existencia, podemos ver pasar toda una vida frente a nuestros ojos. Porque al margen de ampliar el juego base, ofreciendo más de lo que lo convirtió en uno de los mejores juegos de mundo abierto de todos los tiempos, también nos permite disfrutar del crecimiento y evolución de FromSoftware como estudio. Las referencias, los detalles, todo está ahí como para que los seguidores de la franquicia sonriamos mientras pensamos ‘Miyazaki querido, lo has vuelto a hacer‘. Resulta difícil determinar qué depara el futuro para el estudio o tan siquiera para el género que lo volvió tan popular. Sea como sea, siempre nos quedarán las Tierras Intermedias.
Sobre Ulises Corrales
Soy un apasionado de la fantasía oscura medieval y fanático de los soulslike. Cuento historias con voz sensual en cada hoguera en la que paro a descansar.
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