En un año cargado de lanzamientos de renombre, ganarse un lugar de las limitadas horas de ocio de las que dispone un jugador, no es tarea fácil. Sin embargo, títulos como Dredge consiguieron no sólo eso, sino también ser uno de los videojuegos más reconocidos de este 2023. Y es que pese a ser una propuesta que gira en torno a la pesca, Black Salt Games se las ingenió para conseguir hacer de ello el vehículo ideal con el que ofrecer una de las mejores historias lovecraftianas de los últimos tiempos. Con The Pale Reach, el DLC de su primer trabajo, el estudio neozelandés nos da la excusa perfecta para regresar a este misterioso mundo, sólo que ahora para descubrir los horrores que moran bajo el hielo.
Dredge es una aventura que con muy poco logró tomar al mundo por sorpresa. El título se presentaba como un juego de pesca, pero a muy poco de comenzar a jugar era fácil darse cuenta que debajo de dicha fachada había mucho más para ver. Teniendo un pequeño barco como protagonista, el juego nos invitaba a navegar las tranquilas aguas de un conjunto de islas ubicadas en medio del océano. Sin embargo, más pronto que tarde, pesadillas lovecraftianas comienzan a hacerse presentes con el único objetivo de arrastrarnos a las profundidades. Para evitarlo, era necesario mejorar la embarcación con el dinero obtenido a través de la venta de pescado. El bucle jugable es sencillo pero efectivo, aunque lo más interesante es la narrativa que lo impulsa.
The Pale Reach llega con la intención de ampliar dicha experiencia, añadiendo una nueva zona completamente nueva para explorar. Como una suerte de sexta isla, pero ubicada en un área helada, a la que podemos acceder en cualquier momento. Es decir, no se trata de una ‘campaña’ nueva, sino de una pequeña historia opcional, complementaria a la historia principal, pero que no está conectada de ningún modo con esta. Por lo tanto, no se trata de una actividad ‘end game’ o similar, sino simplemente de más contenido. Dicho de otro modo, son poco más de dos horas de lo mismo que ofrece el juego base.
Al igual que sucede con las demás zonas del juego, el archipiélago helado donde se desarrolla el DLC está custodiado por una monstruosa criatura. En esta ocasión es una parecida a un narval, que ataca inmisericordemente a cualquiera que navegue por su territorio. Por lo tanto, tendremos que estar atentos a que no nos atrape puesto que un golpe dañará el casco del barco, dejando inutilizado parte de este. Nada nuevo por aquí. Lo mismo aplica para los NPC, que encontraremos allí, cuyas caras son extremadamente familiares, como por ejemplo la comerciante o la figura encapuchada que nos asigna misiones secundarias.
En cuanto a la misión principal de The Pale Reach, es bastante sencilla, aunque encierra detrás de sí una trama breve, pero interesante. Básicamente se reduce a construir un rompehielos para el barco que es -en esta ocasión- la herramienta que nos permitirá explorar el área con libertad y liberar las almas de unos marineros congelados. Dicho de ese modo, suena simple (y lo es) pero la escritura que presenta el DLC y esa sensación de enfrentarnos a lo desconocido, es genial. Y en este sentido, Black Salt Games vuelve a demostrar que con muy poco, se puede contar una buena historia lovecraftiana.
A pesar de ello, es una pena que el final sea tan anticlimático. Tan solo basta con cumplir el último objetivo para que salte el logro que indica que se completó la ‘misión’ principal de The Pale Reach. Y es muy fácil terminar el DLC, puesto que -al igual que sucede en el juego base- todos los objetivos están marcados en el mapa. Pero ¿Y luego que?. Honestamente, no hay mucho más que hacer, al margen de dedicar tiempo a pescar todas y cada una de las nuevas especies con sus respectivas aberraciones. Simplemente, más de lo mismo.
De todos modos, no veo esto como algo particularmente malo. Al fin y al cabo, el DLC es una buena excusa para revisitar lo que considero como un videojuego excelente. El problema -por llamarlo de algún modo- es que el contenido en general tiene un sabor raro. Creo que la razón por la que me siento un poco insatisfecho se debe a dos puntos en concreto. El primero, es que el narval no causa tanto pavor como las demás criaturas. Y el segundo, se debe a la trama de los marineros, que está completamente desconectada de la historia principal.
Otro aspecto que puede impactar notoriamente es el momento en que accedemos al nuevo contenido. Si hemos terminado la campaña con anterioridad, lo que el juego hace es regresarnos al momento previo de ello y nos hace saber que hay una nueva zona disponible. El tema es que para entonces resulta bastante probable que nuestra embarcación esté completamente mejorada y que dispongamos de todas las ‘habilidades’ especiales. Entonces, pareciera como si sólo tuviéramos que ir al archipiélago helado para terminar con una tarea pendiente y ya.
Por el contrario, considero que la mejor forma de disfrutar de The Pale Reach es si todavía no se ha terminado el juego principal. Es más, recomendaría comenzar una partida de cero puesto que, pese a ser una historia independiente, se siente más integrada al conjunto en general. Esto se debe también a que algunas de las recompensas obtenidas en esta zona resultan realmente útiles para el resto de la aventura. Ejemplo de ello son las nuevas cañas o redes que allí se pueden conseguir.
The Pale Reach cumple con lo que promete. No es un DLC que convierta a Dredge en una experiencia mucho mejor de la que es, aunque sí una ligeramente más interesante gracias a sus dos horas de nuevo contenido. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Black Salt Games confirmó que hay más expansiones en camino. Por lo tanto, aguardar un poco hasta que dicho contenido también sea una alternativa viable. Aún así, no deja de ser una excusa perfecta para volver a navegar por las peligrosas aguas de uno de los mejores videojuegos indies que nos ha dado 2023.
Sobre Franco Borgogna
Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.
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