DRAGON BALL SPARKING! ZERO – Análisis

DRAGON BALL SPARKING! ZERO – Análisis

Difícil no sentirse agradecido y mimado con esta entrega

Bandai Namco y Spike Chunsoft homenajean la obra de Akira Toriyama con Dragon Ball Sparking! Zero, una entrega que cumple las expectativas, superando incluso a Budokai Tenkaichi 3


Hace 17 años, o como bien precisa Bandai Namco, 6.176 días, desde la última entrega de la saga Tenkaichi (Sparking! en oriente) de Dragon Ball. Un gran eslabón de espacio tiempo con eventos como el arco de Super en la serie, varias películas, el estreno de Daima y toda una generación que creció con el Budokai Tenkaichi 3 como la gran referencia de que un juego puede reflejar las mismas emociones de una serie animada con la que crecimos de niños. Hoy muchos somos profesionales, padres o experimentados en la vida y que nos reencontramos con Dragon Ball Sparking! Zero, una experiencia renovada que nos ofrece una vez más la posibilidad de pelear como un saiyajin igual que hace años en aquella infancia añorada.

Las primeras impresiones con Dragon Ball Sparking! Zero se sienten como visitar la casa de un viejo amigo al que hace muchos años que no vemos. Entramos y encontramos nuevas personas, una familia más numerosa, fotos colgadas que nos dejan ver los nuevos eventos de su vida de los que seguramente nos va a hablar con ese gusto cálido que tiene su conocida voz al darnos la bienvenida. Eso mismo es lo que se siente cuando presionamos ‘Start‘ y accedemos al menú del juego. Un reencuentro amistoso, transparente, sin pretensiones, pero lleno de emociones y expectativas. En este caso, de un nuevo encuentro con poderes explosivos, de jugar con cada personaje disponible y redescubrir lo que tienen para entregar en batalla. Y, por supuesto, emocionarnos.

La propuesta de Bandai Namco no hace esperar la acción y nos invita a sentirnos parte del universo de Dragon Ball desde el arranque con una pelea entre Goku y Vegeta. Un mini-tutorial que nos ofrece un primer vistazo a la espectacular apartado visual que tenemos enfrente. Desde el inicio nos vamos a encontrar con todas las expectativas cumplidas. El apartado visual y estético, el modelado, las partículas, explosiones, luces y sombras. Líneas de diálogo entre personajes, fluidez en las transiciones entre combate y poderes, cinemáticas. Además, la fidelidad con el anime está presente en cada detalle, como Goku pequeño usando la nube voladora o los personajes más poderosos haciendo un movimiento particular de zigzag cuando avanzan con el dragon rush, muestran la atención que sus responsables pusieron en el desarrollo. Es difícil no sentirse agradecido, mimado y correspondido con esta entrega.

DRAGON BALL Sparking! ZERO Goku

Pero, ¿Es entonces un juego puro fanservice? y si así lo fuera, ¿Podemos criticarlo por eso?. La verdad, no recuerdo haber vivido la experiencia de que un juego generara tanta expectativa y fuese tan comentado previo a su lanzamiento. Con la sorpresa de que incluso los más pequeños, las nuevas generaciones, mostraban la misma emoción y ansiedad que aquellos que prácticamente crecimos junto a Goku y conservamos como reliquia el Budokai Tenkaichi 3 de PlayStation 2. En lo personal, me emociona todo lo que se generó alrededor de este juego y que las expectativas se hayan cumplido. Incluso el hecho de pensar que las unidades físicas del juego se agotaron con suma facilidad, habla por sí solo. Al final, todos ganamos.

Pasado el tutorial y antes de que los más entusiastas nos den una terrible paliza en el modo en línea, debemos considerar el superentrenamiento. Esta es una parada indispensable que nos permite repasar los controles y acciones, encarnando a Gohan y con Piccolo como nuestro maestro. Sin lugar a dudas, otra palmada sumamente emotiva. Todo está bastante bien explicado, aunque hay cosas que cuestan entender como, por ejemplo, el choque de poderes. Sea como sea, dedicar unos minutos a reaprender el estilo budokai (o sparking!, según se prefiera) es sumamente necesario para un disfrute total del juego.

En el entrenamiento se puede apreciar un detalle no menor sobre la accesibilidad: cada botón está acompañado de un sutil sonido de fondo, lo que ayuda a identificar que se está registrando y reproduciendo la acción del joystick en el juego. La configuración de los controles se siente bien, nada que nos destroce las neuronas; con unos minutos de práctica es fácil sentir que cada cosa está en su lugar. Por otra parte, hay dos configuraciones alternativas: modo estándar y modo clásico, que retoma los controles del Tenkaichi 3. Además, se pueden modificar de forma individual alternativas en los controles de las transformaciones, los cambios de personaje en batalla y los botones activables en los choques de poder. Esto permite una personalización suficiente para encontrar la mejor configuración para cada jugador.

Habiendo probado ambas opciones, puedo decir que las dos se adaptan muy bien. En el caso de la estándar, es más sencilla para hacer poderes y los choques de poder sin las famosas volteretas del joystick analógico, aunque algunas evasiones no se sienten tan naturales. Por su parte, la configuración clásica -como bien indica su nombre- replica los controles del Tenkaichi 3. Sin embargo, realizar los contraataques vengativos que utilizan puntos de habilidad no son muy fáciles de realizar. En mi experiencia, pude ejecutarlos combinando dicha mecánica con la acción de contraataque común, aunque sólo se activa si acertamos en el timing. Por lo tanto, se entiende que la primera configuración está pensada para los nuevos jugadores ya que es más sencilla y cómoda, mientras que la segunda es ideal para todo aquel que aún posea la memoria muscular de antaño.

Para nuestras batallas tenemos el gran número de 182 luchadores (contando transformaciones) de todas las sagas, con Ozarus, gigantes y pequeños. A su vez, un total de 12 mapas, algunos con la opción de seleccionar la hora del día. Es decir, supera en cantidad a Tenkaichi 3, aunque tiene casi la mitad de ubicaciones. Por otra parte, la musicalización de algunos escenarios acompañan muy bien las peleas; en lo personal, la mejor banda sonora es la que se puede escuchar en el mapa del Torneo de la Fuerza. Es un placer poder elegir entre los personajes de la serie y darnos el gusto de usar sus habilidades y técnicas de forma explosiva, apretando los botones para llenar de patadas y golpes a algún nervioso en batallas en línea, o recibir la paliza de nuestras vidas a regañadientes. Ambas cosas pueden suceder incluso en la misma pelea.

Los golpes de poder perfecto, contraataques Z o vengativos, y la super-percepción son disfrutables de realizar, y la herramienta a dominar para no terminar masacrados en línea. Todo recompensa el timing y la atención a los parrys. Estas cuestiones nos mantienen atentos a los destellos y a cada detalle del combate, lo que, al entrenar el ojo y perfeccionar el manejo de los ataques, las batallas se convierten en una danza espectacular, con la posibilidad de generar remontadas, haciendo que el resultado final sea impredecible. Es muy emocionante usar la evasión justo antes de recibir un golpe para teletransportarnos, con ese sonido característico, a la espalda del enemigo y golpearlo. Pero más genial aún es cuando nuestro rival hace lo mismo y comienza una sucesión de golpes y esquivas, hasta que alguno se equivoca o gasta todo el ki. Es de lo más tenso y divertido.

DRAGON BALL Sparking! ZERO Piccolo

Todo en Dragon Ball Sparking! Zero resulta ESPECTACULAR (en mayúsculas). Las escenas de presentación donde los personajes interactúan mediante diálogos referenciales y originales, las animaciones en el combate, las teletransportaciones, las evasiones, los choques y desvíos de poderes. También los contraataques, la velocidad de los dragon rush y su estela, el arte, las transformaciones y fusiones, la simple presencia de los personajes con rayos y partículas. Ni hablar del aura alucinante cuando se carga el ki hasta el modo sparking! y el cielo se oscurece, o la interacción con los escenarios destructibles. Es un deleite visual, inmersivo y cinematográfico, que nos instala en el universo de Dragon Ball en todos los sentidos. Incluso exitando la memoria, porque muchos poderes son iguales al Tenkaichi 3, pero con el nuevo filtro y frescura de Sparking!.

Por otra parte, está claro que Sparking! Zero no busca establecerse como un juego balanceado para un escenario competitivo. De hecho, no tendría sentido porque la saga nunca estuvo alineada con ese objetivo. Acá no vamos a tener combates parejos; en las reglas mismas se habla del poder de destrucción de cada personaje, a conciencia de que no todos están balanceados, manteniendo la coherencia propia de este universo. Es hermoso ver a Goku Ultra Instinto o Whis esquivando de forma automática con su propia animación, al igual que la velocidad de algunos luchadores que no nos dan tiempo de hacer nada. De todas formas, a pesar de dicha disparidad, nadie es invencible y todos poseen herramientas para obtener la victoria. Incluso Mr. Satán que a pesar de ser débil, cuenta con poderes que lo favorecen mucho dado que sólo pueden ser esquivados y no cubiertos.

De todas formas, existe un escenario competitivo de Budokai Tenkaichi 3. Su popularidad hace que, aún hoy día, esté presente en muchos eventos de temática gamer o anime. Por lo tanto, es muy probable que el público se adapte y Dragon Ball Sparking! Zero encuentre su lugar en dicha escena. Pero donde el juego reina, es durante las juntadas con amigos, donde los insultos, burlas y festejos se hacen presente en cada batalla. Eso sí, deberían sumarse más mapas para las contiendas locales, debido a que solo se permite las arenas del tiempo. De todas formas, algo nostálgico es darte cuenta de que hoy lo difícil es concretar esas reuniones. Lo bueno es que gracias a internet es fácil conectarse, por lo que las risas y el disfrute están asegurados. Como en los viejos tiempos, solo que con más luces y efectos especiales.

En el modo historia me encontré con algo entretenido y dinámico. En especial porque Bandai Namco puso algo de dificultad a los personajes que enfrentaremos. Es un gran acierto que así sea porque ofrece una experiencia similar a revivir los episodios que representan. Hace falta algo de habilidad para progresar, algo que en otros títulos similares no pasa y vuelven estas modalidades completamente aburridas. Aca, si no tenemos cuidado, el príncipe de los saiyajines puede hacernos polvo en un abrir y cerrar de ojos. De todos modos, la dificultad puede cambiarse en el menú de selección de episodios, en caso de que no soportemos la frustración y el tener que aprender para ganar. Igualmente, siempre se puede ganar usando una habilidad o poder que deja atonte a la IA y repetir ese movimiento hasta el hartazgo para obtener una victoria sin sabor, pero efectiva.

Otro punto positivo del modo historia es que está bastante sintetizada, pero bien hilada. Se divide en campañas donde elegimos a un personaje que actúa como protagonista y hacemos un recorrido por sus batallas. Además, tenemos la posibilidad de cambiar la perspectiva de cámara durante los diálogos, lo que le da un poco de dinamismo y nos mantiene como partícipes. Sin embargo, lo más refrescante son las bifurcaciones estilo “what if”. Las mismas se desbloquean al vencer a un enemigo en un momento en el que no fue derrotado en la serie, usando un ataque concreto o alguna acción determinada en una pelea, o siendo afectado por una habilidad del enemigo.

Estos “what if” reconstruyen la historia de Dragon Ball y nos permiten cruzar y alterar la línea de tiempo que ya conocemos de este universo dando como recompensa más o menos combates, nuevas líneas de diálogo y eventos. Se pueden ver estas líneas en el mapa interactivo de capítulos donde, una vez habilitadas, se especifica la razón que abrió esa bifurcación. Por otra parte, en el modo historia podemos desbloquear personajes, lo que es otro deleite en el juego: revivir la serie con las luces de Dragon Ball Sparking! Zero y esa jugosa recompensa luego de sufrir con los enemigos más poderosos. Además de atuendos, títulos y logros, que no están de más.

Sobre lo estético tenemos un apartado para personalizar nuestra tarjeta de jugador. Podemos seleccionar el fondo, título, personaje favorito, y varios detalles más a gusto. También podemos seleccionar el atuendo, los gestos, poses y presentaciones para cada personaje. Bastante completo para ser un juego de pelea. Además disponemos de accesorios, un detalle encantador, dentro de los que podemos encontrar algunos muy clásicos como las gafas para medir el ki de Vegeta o la aureola de luz de Goku.

Algo sobre los accesorios, en particular las gafas de sol, es que tienen un impacto en las batallas. Por ejemplo, el Taiyoken no afecta a personajes como el Maestro Roshi o el Gran Saiyaman, mientras las lleven puestas. Para ello, antes vamos a tener que darles unos sopapos para quitarselas y volverlos vulnerables ante dicha técnica. Por otra parte, tal vez por fidelidad y para mantener la inmersión con los diseños de personajes, no es posible cambiarles el color. Siendo completamente honesto, no me disgusta puesto que se mantiene una estética coherente y orgánica. Un Piccolo albino sería raro de ver, además de que la inmersión que tiene el juego se perdería totalmente.

Para desbloquear personajes en la tienda vamos a necesitar zenis, algo que me parece un acierto porque nos incentiva a jugar y hacer desafíos para obtenerlos. Esto le da a esta entrega una progresión de juego similar a la de Tenkaichi 3, donde uno jugaba la historia buscando la forma de conseguir a todos los peleadores. Así que, por gusto u obsesión, Dragon Ball Sparking! Zero nos ofrece la excusa perfecta para jugar con la intención de obtener esferas del dragón y conseguir todo lo que deseamos. Incluso desbloquear a Super Shenron es genial, gratificante y sabroso. Además, da una clara sensación de juego completo gracias a todo el contenido que ofrece la propuesta.

Cada cosa tiene su lugar en el menú y es con Goku con quien nos movemos e interactuamos en cada espacio, haciendo las transiciones entre las opciones y modos. Desde mi punto de vista, es mágico; me remonta a las mismas sensaciones de antaño. Eso sí, debemos esperar a que vuele, se teletransporte o haga su gracia para ir a donde queremos, pero es un precio a pagar por toda esa inmersión que la interfaz propone. Incluso hay detalles animados, como en el apartado de la Kame House, donde está la tienda y podemos ver al Maestro Roshi en su reposera leyendo una revista de motores, aunque si prestamos atención, esta se le cae revelando otra más de su gusto y estilo. Detalles y guiños por todos lados.

Otros espacios a los que podemos acceder con nuestro amigo Goku en el menú, es el de los objetivos y desafíos, donde el gran Zeno-sama, junto al padre de Whis, nos reciben a gusto para darnos recompensas en forma de zenis, títulos, esferas del dragón e iconos. Por otra parte, en la casa de Mr. Satán tenemos el espacio de galería que, de forma muy coqueta, se presenta como una peluquería donde Bulma, Milk y Videl cuchichean sobre los personajes disponibles, de los que puedes preguntar, comentando algunas anécdotas.

A todo esto, se suma un apartado creativo donde podemos dar vida a batallas personalizadas. Podemos elegir personajes, controlar la cámara y hacer múltiples elecciones. Tener un editor que permite crear, compartir y jugar nuestros propios escenarios, con opciones para crear una introducción, una tarjeta de título y escenas de cierre que cubren lo que pasa cuando ganamos o perdemos, se antoja como una herramienta increíble para dirigir enfrentamientos y compartirlos con la comunidad. Eso sí, como regla primero vamos a tener que ganarla nosotros mismos. Entonces, podemos plantear un combate donde encarnamos a Videl contra Spopovich en el Torneo de las Artes Marciales, con menos vida y el modo sparking! deshabilitado, para luego enfrentar a Cell Perfecto que revivió solo para enfrentarnos y, si conseguimos vencer, medirnos con Broly. Las posibilidades son infinitas.

DRAGON BALL Sparking! ZERO Análisis

Dragon Ball Sparking! Zero es excelente y cuesta encontrar cosas negativas. Sin embargo, resulta molesto cuando se pierde de vista al enemigo por movimientos o distancia de rango, lo cual lo vuelve indetectable impidiendo fijarlo, lo que puede dejarnos mal parado y en situaciones frustrantes. Otro punto es que a veces la cámara se descontrola y se posiciona en ángulos incómodos. También suele darse que los personajes quedan atorados en algún punto del escenario o incrustados contra una pared invisible. Por lo general, esto se soluciona realizando alguna técnica que los mueva de lugar pero, aún así, es molesto. Tampoco es algo bonito el estar obligado a ver las cinemáticas del modo historia para reintentar un capítulo, en lugar de dejarnos hacerlo de forma inmediata sin tener que volver al menú de episodios. Esto se vuelve particularmente tedioso cuando estamos intentando desbloquear un “What if».

Otro punto negativo en el modo historia es que algunas cinemáticas de los momentos dramáticos de la serie se desperdician con una imagen estática. Pero lo que es una verdadera lástima es que aún no se le da el lugar que amerita al doblaje latino del juego, teniendo solo la versión japonesa y en inglés de manera oficial. Sin embargo, esto no opaca el gran trabajo realizado por Spike Chunsoft y Bandai Namco. Aunque el juego base está cargado de contenido y habrá actualizaciones que reparen lo necesario, es de esperar que también se vayan agregando personajes, música y también algún paquete de mapas, en especial para el juego local por medio de algún DLC. Aún hay tela para ampliar y cortar.

DRAGON BALL Sparking! ZERO Review

En conclusión, Dragon Ball Sparking! Zero cumple con el objetivo de superar a su antecesor, Budokai Tenkaichi 3. Es un nuevo comienzo que aprovecha la tecnología y el hardware de esta generación. Un nuevo punto cero de partida para seguir mejorando. El combate parece sencillo, pero se profundiza con todas las opciones defensivas de evasión y ofensivas, con un frenetismo latente en cada segundo. Es muy divertido, cardíaco y un deleite visual inmersivo y cinematográfico, casi un simulador. Bandai Namco y Spike Chunsoft cumplieron con todo, dando vida al mejor juego del espectacular universo de Dragon Ball. Una entrega que hace honor y homenajea como pocas al legado de Akira Toriyama, con mucho cariño, simpatía y amor.


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Sobre Exequiel Morgendorffer

Lic. en Artes Escénicas. Stremer y profesor, me gusta la filosofía, lo audiovisual y los placeres de la vida. De La Rioja, Argentina.


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