Double Dragon es uno de esos pilares de la industria que todos hemos jugado aunque sea una vez en la vida. No sólo fue responsable de popularizar los juegos cooperativos, sino que convirtió al beat ‘em up en el rey de los salones de arcade. Cierto es que Capcom se encargó de elevar la vara de la jugabilidad con Final Fight, pero el título de Technōs Japan puede adjudicarse el mérito de ser la piedra fundacional de un género completo. Lamentablemente, los años no han sido buenos con la franquicia, porque si bien en 2017 tuvimos el hermoso Double Dragon IV, hasta ahora no había un exponente moderno digno de su legado. Por suerte Secret Base Games ha decidido poner fin a esa sequía de títulos buenos de la saga con Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons; un verdadero juegazo se lo mire por donde se lo mire.
De buenas a primeras es un beat ‘em up tradicional, solo que en lugar de apelar a la estética 8 bits clásica, apuesta por un diseño pixel art verdaderamente hermoso. Los sprites son grandes y detallados, con una apariencia moderna pero que a la vez conserva el espíritu de la saga original. Además, Billy y Jimmy Lee no están solos, sino que los acompañan Marian y el Uncle Matin. Juntos deben derrotar a los líderes de las pandillas que se disputan la ciudad en un contexto post nuclear. Ese argumento ridículamente bizarro da pie a una aventura repleta de guiños, memes, toques de nostalgia y una jugabilidad pulida tan divertida como variada.
El combate es el verdadero protagonista de esta nueva entrega y cada uno de los personajes cuenta con un estilo propio. De hecho ni siquiera los hermanos Lee pelean de la misma forma. Lejos quedó la época en que eran tan sólo un ‘palette swap‘ para jugar de a dos, porque ahora tienen su propia identidad de batalla. Por otra parte, además de la clásica diferenciación entre personajes lentos y fuertes, rápidos y frágiles o intermedios (tan característica del género) Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons también les da características únicas. Por ejemplo, poder utilizar ciertos elementos del escenario para pelear o habilidades especiales.
Todos los personajes tienen combos diferentes, golpes únicos cuando corren o saltan y proponen un desafío distinto a la hora de enfrentar a las oleadas de enemigos. Algunos son más hábiles para manejar multitudes y otros para enfrentamientos mano a mano. De cualquier forma, todos están más que preparados para resolver cualquier situación si prestamos un poco de atención a sus fortalezas y debilidades. Porque lo más interesante son justamente esas pequeñas diferencias que pueden cambiar el resultado de una pelea complicada. Sin embargo para esto hace falta probar personajes y ver cuál se adapta mejor a nuestro estilo.
Hasta acá podría estar hablando de un beat ‘em up del montón. Sin embargo, Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons tiene dos mecánicas originales que atraviesan toda la experiencia y la diferencian del resto de la oferta: su sistema de progresión y sus herramientas de accesibilidad. Ambas funcionan entrelazadas y se complementan todo el tiempo. De hecho, elevan tanto la vara que no me extrañaría que varias desarrolladoras estén atentas a esta innovadora adición.
En primer lugar, siempre vamos a jugar con dos personajes que se irán turnando para entrar en escena al mejor estilo tag team. Acá entra en rigor el sistema de progresión, que se centra en el dinero que iremos obteniendo y en cómo lo gastamos. Hay dos formas de invertirlo: comprando mejoras para los personajes o atesorándolo para canjearlo por fichas al terminar la partida. Al finalizar un nivel se puede elegir entre una serie de mejoras al azar, de las cuales se puede comprar una por personaje. Así podemos aumentar la vida, el daño de ciertos ataques o directamente afectar cómo se computan los combos. También se puede saltar la compra, pudiendo ganar 750 moneditas más por «elegir el camino difícil».
En segundo lugar, están las opciones de accesibilidad que en lugar de estar dentro del menú de opciones son parte vital de la experiencia jugable. Al iniciar una partida se pueden ajustar ciertos parámetros del juego como la agresividad de los enemigos, el costo de los ‘continues‘, el valor de las mejoras o cuantos ataques especiales podemos realizar. Entonces el costo de bajar la dificultad de esta manera está en cuánto vale cada ficha al finalizar el run. Ahora, si nos complicamos las cosas apropósito las fichas saldrán más baratas.
Las fichas cumplen un rol fundamental en Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons. No sólo sirven para comprar ‘continues’ en caso de no tener dinero al finalizar la partida, sino que son la moneda de cambio para desbloquear todo en el menú de ‘Extras’. En esta tienda se puede comprar nuevas canciones (sí, están los temas clásicos para delicia de los fans), tips súper útiles para mejorar nuestro rendimiento y más de 10 personajes nuevos. Y sí, cada uno con sus movimientos especiales y estilos de combate: ¡Esto es realmente una fiesta, señoras y señores!
Respecto a la campaña, luego de elegir los personajes, se debe decidir contra qué pandilla vamos a apuntar nuestros puños. Lo más lindo es que la dificultad aumenta gradualmente, no sólo en cuanto a agresividad y daño de los enemigos, sino en la extensión de los niveles. Además hay un detalle interesante. Por ejemplo, si se accede a un determinado nivel en primer lugar, este será bastante corto y finalizará con un enfrentamiento contra un jefe. Pero si en cambio uno decide ir a por esa misma pandilla más adelante, se añaden nuevas zonas y se desbloquean jefes opcionales. De este modo, se puede ir a por la banda que más nos complique y dejar para el final aquellas que resulte más fácil enfrentar.
De más está decir que no hay pandillas fáciles o difíciles. No obstante es cierto que la composición de sus ejércitos callejeros pueden resultar más o menos complicados de derrotar. Por ejemplo, en la zona del puerto hay más enemigos grandes que causan mucho daño, mientras que en la zona montañosa están los ágiles que pueden esquivar los dos primeros ataques que hagamos. Y una vez más, todo pasa por prestar atención al comportamiento de los pandilleros ya que tienen puntos débiles, fortalezas y habilidades especiales. En resumidas cuentas, es cuestión de observar bien sus movimientos y explotar sus descuidos.
Como punto final, quiero destacar el flow de combate y lo bien diseñado que está el sistema de control de multitudes. Se puede jugglear enemigos por el aire y mantener el combo indefinidamente mientras no toquen el piso. Y si finalizamos a varios con un ataque especial el juego nos va a premiar con comida. Mientras más derrotemos al mismo tiempo, mejor será la recompensa que puede ir desde un panchito o una hamburguesa, hasta un pollo entero. Esto es un incentivo para constantemente intentar ‘combear’ a los enemigos y resulta especialmente vital durante las batallas más complicadas. Y llega un punto en el que una nueva oleada de enemigos se transforma en un motivo de alegría. Porque si hacemos las cosas bien, se puede rellenar la preciada barra de vida y llegar mejor preparados a enfrentar al jefe de turno.
Cuando todas estas mecánicas entran en funcionamiento, en absoluta armonía, es fácil darse cuenta que el título de Secret Base Games está por encima de la media del género. No sólo se juega bien y es divertido, sino que permite ajustar el desafío para todas las audiencias. Es un título que no deja afuera al que le está resultando muy difícil la experiencia, ni al más habilidoso que puede lucirse realizando fantásticos combos. Y si a esto sumamos una campaña no lineal, un jefe final con una interesante vueltita de tuerca y la posibilidad de registrar nuestros puntajes en una tabla de posiciones global, sin duda estamos ante una propuesta completa y maravillosa. Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons pone a Billy y Jimmy Lee en el lugar que corresponde: junto a la élite del beat ‘em up y en el top 3 de juegos para disfrutar con amigos.
Sobre Sebastián Cigarreta
Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.
Artículos más recientes
