Algunos libros, películas o series descansan su narrativa sobre un pilar de misterio. A veces, un plot twist o un dato relevante puede hacer que la experiencia de un vuelco de 180 grados y resignifique todo lo previamente vivido. Decarnation es un claro ejemplo y, si bien podría arriesgarme a contar un poco de la historia para enriquecer este artículo, creo que sería potencialmente perjudicial para quién lee. Pero eso no significa que estemos ante un juego imposible de analizar por no hacer spoilers. Por el contrario, el título de Atelier QBD es tan diferente al resto que merece ser desmenuzado, disfrutado y recomendado. Y creeme cuando te digo que cuanto menos sepas de él, mejor.
Decarnation es una experiencia narrativa con pequeños destellos jugables y fuertes cimientos artísticos. Con esto quiero decir que no se debe esperar que deslumbre desde lo lúdico, sino por su manejo de los ambientes, los climas y los estados emocionales. La historia se desarrolla en París, en la década del ’90, cuando la música ochentosa dejaba las radios para inundarse de un pop empalagoso y la televisión comenzaba a dominar la moda. Gloria, una bailarina de cabaret, vive una crisis existencial en la que todo lo importante parece pender de un hilo finito.
Gloria modela para un escultor, pero la experiencia no resulta ser lo que esperaba. Se encuentra incomprendida por su pareja y el trabajo de siempre se siente como una prisión. Una propuesta laboral soñada irrumpe la monotonía y desata una cadena de eventos inesperada. Pero lo importante no sólo sucede en el mundo físico. Decarnation también sucede en los sueños, en la imaginación y en la percepción de la protagonista. Esta flexibilidad contextual permite una libertad inusitada a la hora de diseñar personajes, escenarios pesadillescos y monstruos impresionantes ¡Y vaya si el diseñador aprovechó esa libertad!
Una de las maravillas que logra esta aventura, es que el jugador conecte empáticamente con Gloria. Porque nos hace vivir su vida, escuchar su música, preocuparnos por sus sueños y esperanzas. Todo eso pesa después, cuando somos testigos de sus momentos de mayor ansiedad y los sentimos en carne propia. Cuando la ayudamos a escapar de una pesadilla que, al final del día, no es más que una herramienta de su propia mente para procesar la realidad. La angustia puede llegar de varias formas, el horror no sólo se provoca con armas o torturas; es parte de la vida diaria y muchos convivimos con eso día a día.
Analizar el título de Atelier QBD por su rendimiento jugable sería un error, sin embargo es parte de la propuesta y merece un párrafo aparte. La mayor parte de la experiencia pasa por leer, caminar y hablar con otros personajes, pero de vez en cuando habrá mini juegos. Éstos aparecen en partes fundamentales de la narrativa y representan, por lo general, una actividad de Gloria. Tal vez sea cuando se ejercita por la mañana, otras a la hora de actuar en el cabaret, o incluso intentando recordar un rostro perdido en un sueño. La jugabilidad es tosca, los controles no responden del todo bien y lo más probable es que los repitamos un par de veces hasta conseguir avanzar en la historia. Pero te aseguro que todo valdrá la pena.
Los puzzles son harina de otro costal. Hay pocos, pero tienen una coherencia que invita a que los resolvamos por nuestros propios medios. Todos tienen fuertes raíces narrativas, no se repiten entre sí y respetan el tiempo del jugador. Llegado un punto en la historia, pasan a ser parte de la misma al punto en que sirven como transmisor de una emoción. Si la descripción suena abstracta es porque lo es, pero sigue siendo la mejor forma de esquivar un potencial spoiler. Hacia el final aparecen algunas secciones de sigilo que se vuelven tediosas, en especial porque se extienden demasiado. No obstante, a esa altura estoy seguro de que vas a estár más interesado en ver el desenlace que en redescubrir un apartado jugable, demasiado exigente, y que llega demasiado tarde.
Finalmente mencionar que, a pesar de apelar a un aspecto gráfico pixel art en 2D, el título sabe como sacar provecho de ello. Es un juego que, cuando quiere, puede ser encantador o grotescamente perturbador. En cuanto a la banda sonora, Akira Yamaoka, Alt236 y Fleur & Bleu dieron vida a una musicalización que es inquietante a la par que hermosa.
Decarnation es una experiencia artística maravillosa. Tiene guiños a la obra de David Lynch y Satoshi Kon, mezcla diseños lovecraftianos, gore y ofrece tracks compuestos por el mismísimo Akira Yamaoka. El resultado de esta increíble mezcla de influencias, interpretada por el talento del estudio Atelier QDB, es un juego único y exquisito que se extiende por unas cinco horas hasta alcanzar el clímax. Decarnation busca comprensión, empatía, generar conciencia sobre el poder de la mente, tanto para bien como para mal. Es mejor adentrarse en esta aventura sin saber demasiado, con el corazón abierto y los sentimientos a flor de piel. No es un título para cualquiera pero, si se animan a tomar el riesgo, están al borde de una pesadilla cruda y apasionante.
Sobre Sebastián Cigarreta
Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.
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