Hace poco jugué al Prodigal, una aventura RPG muy retro llena de carisma, excelente pixel art y una banda sonora bellísima que me encantó. Mientras lo estaba jugando, me enteré de que Colorgrave, la desarrolladora, habían creado un segundo juego: Curse Crackers: For Whom the Belle Toils. Sin embargo, esta vez apostando por otro género, pero ambientado en el mismo universo que en el título anteriormente mencionado. De más está decir que esto fue una grata sorpresa y, por supuesto, algo a lo que estar pendiente. Fue así que aprovechando que estuvo de oferta no dudé ni un segundo en comprarlo. Y como era de esperar, una vez más quedé muy a gusto con el trabajo de este talentoso estudio.
Curse Crackers: For Whom the Belle Toils (Curse Crackers de ahora en más) es un videojuego de plataformas y acción, donde encarnamos el papel de Belle, una joven acróbata acompañada por una curiosa criatura con apariencia de cascabel. Junto a ellos, nos veremos envueltos en una aventura cuyo fin es… ¿¡rescatar al novio de Belle!? Si, lo sé: Una premisa un tanto inusual, pero que nos presenta algo divertido y llamativo. Para ello tendremos que saltar, luchar, hacer frente a una pandilla de esqueletos y a desafiantes niveles que pondrán a prueba nuestras habilidades.
La historia comienza con el secuestro del novio de Belle. Este es apresado por Bonnie, una vieja rival de la protagonista que ha vuelto para causar problemas. O al menos eso aparenta. Si bien la trama es simple en un inicio, se va explayando poco a poco y abarcando más temas del inicial. Por el camino conoceremos a un diverso elenco de personajes a los cuales podremos ayudar. También a un variado repertorio de enemigos, cada uno con sus propias ambiciones (aparte de secuestrar parejas) y secretos que darán paso a enigmas e incertidumbres. A mi parecer, la historia está bien, pero no es el enfoque principal del juego.
La jugabilidad, por otro lado, es lo que más brilla en el título. Es un juego de plataformas en dos dimensiones, que toma inspiración de clásicos como «el Mario», pero que implementa mecánicas más modernas. Belle puede saltar y correr, pero además puede utilizar a su compañero Chime (el cascabel), como arma u objeto para realizar algunas acrobacias. Por ejemplo, utilizarlo para rebotar o activar mecanismos. Los niveles son variados, cada uno con sus propios obstáculos con los que lidiar. Ah, y también están los tan mal afamados escenarios de agua. Todas estas variantes, hacen que el juego se mantenga constantemente fresco y entretenido.
Además de las mecánicas de movimiento, Belle también cuenta con algunos objetos que la ayudarán en varios momentos. Por ejemplo, unas galletas que pueden inflar a Chime lo cual le permite flotar, volar, y disponer de otras habilidades para abrirnos el paso. Estos ítems, sin embargo, dependen mucho del mapa en que nos encontremos, cumplen con una función en concreto y suelen tener un sólo uso. Cabe aclarar, hay una tienda donde los venden para que los podamos utilizar donde queramos, por más que no podamos llevar varias al mismo tiempo. El gameplay también se ve enriquecido con los combates contra los jefes. Estos son bastante diferentes unos de otros y cuentan con minijuegos muy divertidos. A todo esto se suman muchos, pero muchos secretos que descubrir, sea detrás de paredes ilusorias o hasta por fuera de la pantalla del escenario.
Curse Crackers es un juego bastante permisivo en su mayoría. No se debe ser un maestro en el plataformeo para disfrutarlo. Es un título que nos permite tomar nuestro tiempo en completar los niveles si así lo queremos. Ahora, si lo que se busca es un desafío más movido, podemos ir por la vía del «speedrun«, porque se presta mucho para ello. Hay un poco para todo tipo de jugador. Sin embargo, me gustaría añadir que en algunos momentos me sentí sumamente frustrado en algunos niveles. Si bien reconozco que no soy el más hábil en este tipo de juegos, algunos segmentos en concreto se me hicieron cuesta arriba. Entiendo que esto es algo normal en el género, pero aún así no quería dejar de comentarlo ya que formó parte de mi experiencia.
El cuanto al arte, Curse Crackers presenta un estilo pixelado muy retro y bonito que impregna a toda la obra. Si han leído otras reseñas de mi autoría, sabrán que lo que más me gustó en este aspecto son los retratos y los sprites, tanto de los NPC como de los enemigos. Me encanta que los colores de los personajes tengan su razón de ser en el lore, como en Prodigal. A mi entender, este es un aspecto muy único dentro del trabajo de Colorgrave. La banda sonora de corte chiptune es excelente. Cuenta con diversas melodías y remixes de las mismas, muy pegadizas. Cuenta con más de cincuenta pistas que disfruté de la primera a la última. Sin embargo, la que más se quedó conmigo sin dudas fue «The Belle Tolls», que cuenta con vocales muy geniales. Sin ánimos de sonar redundante, el apartado audiovisual es simplemente perfecto.
En conclusión, Curse Crackers: For Whom the Belle Toils es un videojuego muy entretenido, desafiante y colorido. Los personajes son variopintos, la trama es divertida y la jugabilidad es bastante fluida, aunque su aspecto retro aparente lo contrario. Un recomendado para quienes busquen un juego de plataformas clásico pero moderno al mismo tiempo. Los invito a darle una oportunidad y a disfrutar de este «universo compartido» entre videojuegos. Les aseguro que no tiene desperdicio. Está claro que en Colorgrave saben lo que hacen, sin importar el género. Tal es así que me han capturado por completo con sus dos juegos y espero ansiosamente disfrutar de la próxima actualización de Prodigal y de Howling Crown, su tercer trabajo.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
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