El 8 de marzo de 2022, Pugstorm ponía a la venta un videojuego que logró captar la atención de muchísimos jugadores: Core Keeper. El título, de corte sandbox y con una dinámica muy similar a la de Terraria, nos invitaba a explorar, recolectar recursos, mejorar nuestro equipamiento y luchar contra desafiantes jefes, con el fin de descubrir los secretos de un antiguo mundo. En su momento, se notaba que el juego necesitaba de contenido, pero también denotaba un gran potencial potencial. Ahora, y luego de dos años en acceso anticipado, sus responsables finalmente lanzaron la esperada actualización 1.0. Sin embargo, nos surge una pregunta ¿Cumple con las expectativas esta versión final o se queda a medio camino?
Podría resumir la historia de Core Keeper como un isekai, ese estilo de tan popular en los mangas donde el protagonista viaja a otra dimensión. El caso es que como jugadores asumimos el rol de un explorador que descubre un artefacto -presuntamente alienígena- y al tocarlo somos transportados a un mundo subterráneo. Y sin mucho más preámbulo, comenzamos con la exploración que conforma el pilar fundamental sobre el que se sostiene la jugabilidad. También tenemos una trama, y aunque la misma es lineal, actúa como un hilo conductor que nos permite conocer los misterios que se esconden bajo tierra.
Los mundos se generan de forma procedural (o aleatoria, según se prefiera), cada uno de ellos con diferentes biomas a explorar. Por supuesto, la recolección de recursos y la mejora consecuente de nuestro equipo se hace estrictamente necesaria para poder avanzar. Esto es algo que el juego plantea desde el comienzo, con los tres jefes que debemos derrotar para poder avanzar en la trama. Cada uno de ellos está diseñado de forma que se sientan como desafío, pero adecuado para el nivel de armadura y armas que llevemos equipadas.
El diseño de los jefes hace que cada uno sea divertido de pelear. Por ejemplo, tenemos a Ghorm el Devorador, un gusano que se pasea en un círculo que envuelve toda la zona inicial y destruye todos los bloques que se cruce en su camino. Cuando comienza la pelea, empezara a moverse alrededor nuestro mientras nos ataca, destruyendo todo a su alrededor. Los combates siguen una dinámica más o menos similar, aunque para acceder a determinadas batallas, será necesario construir un objeto para invocar a los enemigos. El problema con esto, es que no se nos dice que dichos objetos sirven específicamente para tal fin, sino que debemos deducirlo por nuestra cuenta.
Por lo general el combate es muy entretenido, y dependiendo el equipo que utilicemos, podemos especializarnos en diferentes estilos. Por ejemplo, cuerpo a cuerpo, de rango, magia, o invocar criaturas. Incluso tenemos la opción de equiparnos tres sets de armaduras y alternar de una a otra, según la situación lo amerite. Además, si bien es sencillo en términos de mecánicas, el equipo de Pugstorm lo supo balancear con enemigos que atacan rápido, haciendo que por momentos el juego parezca un bullet hell.
Respecto al apartado sandbox, es bastante simple. Conforme descubramos nuevos biomas conseguiremos mejores minerales para fabricar mejores herramientas con las que acceder a nuevos lugares. Un aspecto bastante interesante, que recuerda mucho a Terraria, es que la mesa de construcción se puede mejorar con nuevos minerales. Al hacerlo, podemos acceder a nuevas estaciones de trabajo, como una mesa para reparar el equipo o de electrónica para generar electricidad, trenes, incubadoras, o incluso hasta para construir muebles y decorar la base. También cuenta con un sistema de comida interesante mediante el cual podemos preparar recetas y recibir potenciadores temporales, además de saciar nuestro apetito.
Además de lo mencionado, podemos, cultivar, pescar, criar ganado, tener mascotas y mejorar su nivel, construir habitaciones para atraer NPC a nuestra base, fabricar instrumentos musicales, o construir circuitos eléctricos. Estos últimos resultan particularmente útiles para crear taladros con los que perforar los nodos de mineral. De este modo, podemos crear ‘granjas’ automatizadas que proporciona recursos de forma constante. Además, colocando superficies de los diferentes biomas, podemos hacer que aparezcan enemigos de esa zona y crear trampas automáticas para farmearlos. Algo similar podemos hacer con los jefes. Esto es importante, puesto que es la única forma de conseguir algunos objetos en particular, cuya tasa de aparición es muy baja.
Un punto que cabe destacar, es que Core Keeper se puede jugar en cooperativo. Esto hace que jugar solo no sea tan divertido y bastante más abrumador de lo que cabría esperar. Sucede que, al presentar un mundo tan grande, aún en una partida con 8 jugadores en un mismo servidor, todo el mundo tiene algo para hacer y divertirse. Al fin y al cabo, hablamos de un juego con muchísimas mecánicas, por lo que cada quien puede dedicarse a realizar numerosas actividades sin quitar el lugar a otro jugador.
Como detalle adicional, y por si todo lo mencionado no fuera suficiente, el equipo de Pugstorm realizó numerosas colaboraciones con otros títulos. Dentro de las más destacadas se encuentra la colaboración con Stardew Valley, Valheim, e incluso Terraria, que a su vez también llevó a Core Keeper a su universo. También hay varios eventos anuales, donde aparecen monstruos especiales y objetos cosméticos para vestir a nuestro personaje de acuerdo con la época, como por ejemplo navidad, halloween o San Valentín.
Entonces, regresando al planteamiento inicial, Core Keeper no sólo cumple, sino que lo hace con creces. El sistema de combate, las peleas contra los jefes, y todo lo que podemos construir, es una invitación constante a avanzar y descubrir qué más hay adelante. Todo acompañado por un estilo artístico muy llamativo y una banda sonora que acompaña en cada momento. Además, hay detalles que hablan del excelente trabajo de Pugstorm, como por ejemplo que los instrumentos musicales no están de adorno, sino que pueden usarse para abrir algunas puertas especiales tocando determinadas melodías. Pequeños gestos que muestran la pasión y el cariño que el equipo puso a su creación. Una propuesta para jugar y rejugar, ya sea solos o con amigos.
Sobre Gastón Perez Plada
Soy un señor que juega juegos de rol, rpg, gestion y estrategia.
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