COFFEE TALK – Análisis

COFFEE TALK – Análisis

Cada persona es un mundo

Coffee Talk es una singular novela visual, donde el protagonista no es la jugabilidad o tan siquiera nuestro personaje, sino las maravillosas historias de las que somos testigos


Las novelas visuales es un género que me llama bastante la atención. Pero mucho más lo hacen aquellas en que las interacciones van un poco más allá de elegir opciones de conversación. Me gusta que se me haga partícipe de un mundo y, mediante su atmósfera relajada, involucrarme con sus personajes. Sin embargo, he de admitir que no he jugado a muchos títulos de este estilo, siendo VA-11 Hall-A: Cyberpunk Bartender Action, al que más cariño guardo. En su momento, buscando propuestas similares, me recomendaron Coffee Talk. Ya con el simple hecho de tener «café» en el nombre, estaba muy interesado. Si bien hasta ahora no había mordido el anzuelo, no encontré mejor momento que probarlo ahora que su secuela está a la vuelta de la esquina. Y qué contento me siento de haberlo jugado.

Antes de proseguir, comentar que ya he tenido el placer de jugar a otros desarrollos de Toge Productions, como por ejemplo A Space for the Unbound. Es por ello que no me sorprende en lo absoluto que Coffee Talk haya logrado transmitir tantas emociones. La narrativa que se maneja en cada juego es exquisita, algo que ahora ha quedado totalmente confirmado. Sé que el título tiene una muy merecida popularidad y que se hable tanto de él, puede provocar un efecto contrario. Es decir, no querer darle una chance. Lo entiendo. Pero les sugiero que dejen todo eso de lado y ánimo a aquellos que aún no le hayan dado la oportunidad, a que lo hagan. Los invito a pasar al café, y a conocer este encantador universo, en el cual tuve una increíble estadía.

Coffee Talk es un videojuego que podría encasillarse como una novela visual, pero con toques de simulación, cuyo eje gira en torno a la socialización. El core del gameplay consiste en servir diferentes bebidas a una variada y extraordinaria clientela. Es por ello que asumimos el papel de «barista», nombre por defecto de nuestro personaje, el cual se puede cambiar. Sin embargo, por comodidad y para no enredarme, seguiré identificando como tal a fines prácticos y para facilitar la lectura. Este es el dueño del establecimiento que comparte nombre con el título, y quien presta su oído (y a veces algo de ayuda) a quienes visiten su acogedora cafetería.

Coffee Talk Freya

La historia está ambientada en un universo donde los humanos no son la única raza pensante o predominante, debido a que hay muchas criaturas fantásticas que habitan la tierra junto a ellos. Estos distintos linajes abandonaron su misticismo para abrazar la modernización. Por ejemplo, están los elfos que dejaron sus bosques para vivir en las junglas de concreto, o enanos que usaron sus conocimientos para abrir grandes cadenas automotrices. También hay orcos, sirenas, y hasta especies de más allá de la galaxia. Todo tipo de razas e individuos conviven en este lugar, en una especie de perfecta armonía.

El juego está ambientado en una distópica Seattle, en el año 2020, y en un rincón de esta ciudad es donde se ubica Coffee Talk, la cafetería donde transcurre todo el juego. El relato no aborda tanto a nosotros como jugadores, sino que se enfoca en los singulares personajes que visitan el establecimiento. Algunos son frecuentes, otros recién llegados y por conocer, pero en general muy carismáticos y únicos. Ellos se ven atraídos a este misterioso lugar por su forma de operar, un tanto especial; después de todo, abre por las noches, y se enfoca en servir -a quienes lo anhelan- una taza de café en las frías horas de la madrugada.

Conforme las horas pasan, iremos envolviéndonos poco a poco en las pequeñas, pero también grandes, charlas de los visitantes. Aprenderemos gradualmente acerca de ellos, de sus motivaciones, gustos y hasta de sus problemas personales. Por ejemplo, está Freya, una peculiar escritora (que poco más y vive en la cafetería), quien trabaja en un renombrado periódico mientras intenta crear y publicar sus propias historias de ficción. Por otro lado, Hyde y Gala, un vampiro y un hombre lobo, razas que históricamente han sido enemigas, pero que han formado una relación de amistad que se sobrepone a cualquier problema del pasado. También está Jorji, un policía del barrio; Lua y Baileys, una pareja que lucha por la aceptación de sus padres por razones raciales, y varios más individuos forman parte de esta cautivadora trama que me encantó de principio a fin.

La narrativa y la forma en que se desarrolla es muy entretenida. Las interacciones entre «barista» con los clientes, y entre ellos mismos, son sumamente agradables y me mantuvieron totalmente enganchado con la lectura. En más de una ocasión quería ponerme en el papel de un visitante más. Es decir, poder sentarme a compartir un café y entablar una charla con estas encantadoras personalidades. Daría lo que fuera por poder vivir en propia carne esa experiencia y poder disfrutar de la atmósfera tan relajada que proporciona el juego. Sin duda alguna, me encantó este apartado. Coffee Talk es muy divertido, pero también conmovedor en los momentos que debe serlo. Pero es, en especial, muy ameno de principio a fin.

Coffee Talk conversation

La jugabilidad está dividida en leer y servir las bebidas que pidan los clientes. Lo primero no necesita explicación alguna, sino que es una lectura para el disfrute. Para lo segundo, contaremos con un minijuego donde elegimos los ingredientes y preparamos los pedidos de cada visitante por separado. Hay muchas bebidas que podemos hacer, desde café expreso, simple y delicioso, hasta combinaciones más avanzadas, como el té Masla Chai, hecho con jengibre y canela. Todas estas recetas las desbloqueamos a partir de un proceso de ensayo y error. Bueno, no todas, debido a que algunas ya están habilitadas desde el inicio, y por lo general ofrecen una pista de cómo se pueden combinar.

También podemos utilizar nuestro celular, el cual sirve para ver las recetas que ya hayamos aprendido. Sin embargo tiene más funciones, como poder utilizar otras aplicaciones. Por ejemplo, podemos leer el diario donde escribe Freya, usar el reproductor de música para cambiar la música de ambiente, o acceder a «Tomodachil», una red social donde podremos obtener más información acerca de los clientes, la cual se irá actualizando a medida avancemos sus tramas personales. Aparte de esto, Coffee Talk cuenta con un menú de extras donde podremos ver la galería de imágenes. El detalle que me pareció maravilloso es que está con arte oficial, pero además por ilustraciones realizadas por fans, y algunos cómics muy bonitos.

No hay mucho más que decir al respecto, salvo que al crear café latte podemos acceder a otro minijuego (minijuego-ception) donde se puede hacer arte encima de la bebida; sí, así como lo hacen en las redes sociales. Si bien los dibujos que se hacen no influyen en que tan buena sea la bebida, no deja de ser divertido. Y la verdad es que el juego maneja muy bien este apartado. Es simple y tranquilo, sin temporizadores (excepto en un modo de juego aparte de la historia) ni presiones. Es un juego que no pone trabas, porque quiere que disfrutes de sus historias. Tal es así que tenemos hasta cinco intentos por noche para preparar la bebida que nos pidan. Y creo que, sin temor a exagerar, sólo tiré un café para volverlo a hacer, ya que todo es simple y muy intuitivo.

Coffee Talk preparing coffee

El apartado visual de Coffee Talk es igual de encantador, plasmando un precioso pixel art que abarca desde los menú y entornos, hasta los personajes. El diseño de los mismos es hermoso, y me encantó lo único y diferente que se siente cada uno de ellos. Por ejemplo, la típica humana como Freya, hasta una chica de Atlantis que posee una apariencia más a lo tritón. Además, aparte del interior del café, también podremos entrever la calle a través de las vidrieras, y vislumbrar a transeúntes de variadas complexiones deambular por las calles de un lado a otro. Esto dota al juego de un aire de misticismo y de una atmósfera muy única. Y es algo que todo el tiempo me hizo preguntar de qué clase de razas y criaturas me habré perdido sólo porque no se animaron a poner pie en el local.

La banda sonora ayuda en demasía a crear un ambiente de juego perfecto. Las melodías son sumamente relajadas y generan una vibra muy cozy y especial. Escuchar el sonido de la lluvia (icono de las tonadas ambientales de relajación) mientras suena una placentera rola de ritmo lento, a la vez que prestamos atención a las conversaciones, es una experiencia super acogedora que disfruté al máximo constantemente. Es por ello que el apartado audiovisual, en su conjunto, me resultó espléndido. Amé cada detalle en las expresiones de los clientes y los cambios de la lista de reproducción, porque daban lugar a una escena orgánica y algo más realista. La verdad es que no podría pedir más en este aspecto.

Coffee Talk fan art

En conclusión, Coffee Talk es un juego que me metió de lleno en su mundo, prácticamente secuestrándome en ese ambiente ameno y peculiar. Es un juego que me hizo conocer a preciosos personajes, muy únicos y llenos de individualidades, con historias realmente espectaculares. Una propuesta que además me entretuvo con un minijuego sencillo y que apela a mis gustos (me encanta el café, que puedo decir). Y todo, englobado en una narrativa fácil de digerir, compuesta de varios relatos, que se desarrollan en charlas del día a día y momentos que, aunque estén sucediendo en un mundo fantástico, se sienten sumamente reales y con los que uno puede sentirse identificado. Podría seguir explicando y dando argumentos de porqué es un juegazo. Pero creo que será mejor que lo descubran por ustedes mismos. Preparar café para esta clientela, ha valido cada maldito segundo.


FICHA TÉCNICA:

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Sobre David Cedres

Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.


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