Estuve siguiendo este juego desde hace mucho tiempo. Tanto que ya ni siquiera recuerdo donde escuché acerca de él por primera vez. Pero lo que sí puedo decir que estaba tan emocionado con Chained Echoes que hasta participé en un concurso de arte para ganar una copia del mismo. Y, siendo uno de mis primeros dibujos en pixel-art, ocupa un lugar muy especial en mis recuerdos. Desde entonces, estuve siguiéndole la pista muy de cerca. Dediqué horas a leer las actualizaciones del Kickstarter y a probar la demo. Esperaba con ansias que llegara al fin la fecha de estreno ¡Y finalmente llegó! Solo te diré que si como a mí, te gustan los JRPG, quizás encuentres acá un videojuego a tener muy en cuenta.
Chained Echoes fue desarrollado por Matthias Linda en solitario durante más de 7 años. El fue quién lo escribió, diseñó el sistema de combate, misiones y apartado gráfico. Tan solo algunas pistas de audio fueron hechas por algunos músicos freelancer. El título captó la atención de Deck13 (quienes también publicaron CrossCode, uno de mis RPG favoritos de toda la vida, y el reciente Jack Move, que aún tengo que jugar) y decidieron publicarlo. Es un videojuego inspirado por clásicos de la SNES, ambientado en un mundo donde las criaturas fantásticas y los mechas piloteados por aventureros van de la mano. Y me parece una propuesta fenomenal.
Nuestra fantástica aventura comienza presentando a Glenn, el protagonista que se encuentra teniendo un placentero y nostálgico sueño. Tras ser despertado a la fuerza, tomamos el control de este y podemos recorrer la Sternenrittm, la sofisticada aeronave de la banda del «Iron Bull». Luego de vagar un poco por aquí y por allá, finalmente encontramos al capitán de este grupo de mercenarios que nos dará una misión. Una misión suicida, he de acotar. Esta banda de espadas de alquiler parece tener cierto renombre, y aceptaron tan peligrosa encomienda con la promesa de que la recompensa fuese entregada a sus familias en caso de perecer en el intento. Dicho detalle deja entrever las motivaciones del grupo, y el carácter de los mismos, lo cual me pareció interesante.
Glenn no es un mercenario cualquiera, aunque lo aparente un poco con su tímida personalidad. De hecho, es una pieza clave de la misión ya que varios NPC’s se refieren a él como el «As piloto». El caso es que al tomar el control de una «Sky Armor», (una especie de armadura-mecha muy pintoresca) entendemos el porqué. Nuestro héroe es temerario y no duda en lanzarse de cabeza para cumplir con su objetivo. Básicamente tendremos que asaltar una fortaleza para destruir un artefacto, por lo que tendremos que abrir una brecha entre las filas enemigas para abrir paso a nuestros compañeros de armas.
Sin embargo, cuando todo parecía marchar sobre rieles, las cosas se complicaron un poco. Un feroz cañonazo derriba la armadura y nos vemos obligados a proceder a pie. Aquí tendremos que avanzar entre las líneas enemigas y rescatar a los otros tripulantes del Sternenritt. La misión está siendo un desastre y no parece que vaya a mejorar cuando aparece una Sky Armor pilotada por quien parece ser un reconocido guerrero. El objetivo parece cada vez más lejano, pero Glenn está decidido a cumplir con su deber. El problema es que algo muy grave sucede y todo se va -literalmente- al diablo. Quiero aclarar que lo que he contado son tan solo los primeros 5 minutos de juego. Pero no diré más nada respecto de la trama para no hacer spoilers.
Antes de seguir adelante, quiero destacar que me gustó mucho que en la aeronave tuve algunas conversaciones donde pude tomar una decisión. Por ejemplo, recomendar a alguien que huyera si se veía en aprietos o cosas por el estilo. Lo que no me esperaba es que estos diálogos tendrían repercusión a lo largo de la incursión. Es decir, lo que elegí con anterioridad tuvo peso en la historia y el combate, lo cual me pareció muy genial.
Si bien Glenn puede ser considerado como el protagonista, la trama no gira solamente en torno a él. Luego de completar la misión -que es básicamente el tutorial- se introducen a los otros personajes del elenco. La forma en que se presenta a cada uno de ellos es a través de mini-historias. Dichos segmentos destacan sus características, ambiciones y objetivos. Si bien eventualmente terminarán asociándose, el hecho de que cada uno tenga su agenda personal deja esa incógnita de si su encuentro fue casual y trabajan por un bien común o por simple conveniencia.
Me pareció muy entretenido ver las interacciones entre todos los personajes, como así también el ser testigo de su crecimiento personal. Ir descubriendo el pasado de cada uno, poco a poco, fue una de las cosas que más me gustó del juego. La historia se desenvuelve de forma fluida, con algunos giros de tuerca y sorpresas en la trama que me mantuvieron enganchado de principio a fin. Es un relato donde nos muestran que la gente puede cambiar, en muchos casos para mejor, y ver cómo esto sucede fue una linda experiencia. Eso sí, debo decir que el final me dejó con sentimientos encontrados.
En lo que respecta al apartado visual, Chained Echoes es sublime. No puedo evitar contener a ese fanático empedernido del pixel art que reside en mi interior, por lo que solo diré que me pareció una belleza. Las diferentes zonas, ciudades, ruinas y cuevas, están elaboradas con cariño y se nota el trabajo puesto en ellas. Y quiero agregar que esto también abarca los menús e interfaz. La paleta de colores y la temática 16 bits es hermosa y siento que fue cuidadosamente escogida. En mi opinión, estos detalles hacen que todos los elementos visuales se sienten muy unidos y cohesionados a lo largo de todo el juego; en especial las diferentes tonalidades que usa para resaltar los efectos en los personajes, el entorno y demás.
Los personajes, por su parte, están diseñados en un estilo que me pareció muy conciso y detallado. Quizá algo «simples» pero sumamente expresivos. Es decir, cada uno con sus propios rasgos, características y encajan muy bien en el estilo de juego. Ahora, los enemigos -especialmente los jefes- tienen unos diseños increíbles que meten mucho miedo. Por su parte, los mechas son hermosos y podemos personalizar sus colores, lo cual es genial. Los retratos son preciosos y esto es algo que aprecio muchísimo. Soy muy fan de estos detalles. Me parecieron muy únicos y algo inspirados en los vistos a Final Fantasy Tactics: War of the Lions. También me gustó mucho la arquitectura de las casas y edificios en las ciudades, cuyos diseños son muy bonitos.
La banda sonora es también magnífica, llena de melodías diversas que se ajustan muy bien según cada ocasión. Varias de las canciones cuentan con diferentes instrumentos musicales, pero sin duda alguna las que más se quedaron conmigo fueron las de guitarras. De hecho, no hubo canción que me desagradase. Hay algunas de las tonadas que me hicieron pensar en conciertos de rock, mientras que otras en sinfonías placenteras. Cada pieza musical me generó diferentes emociones a lo largo del juego, al punto de inspirarme o incluso emocionarme. Sin lugar a dudas un gran apartado que, a mi parecer, está muy logrado. Y si tuviera que elegir mi melodía favorita, sería la de Tormund.
Un aspecto que no he mencionado aún es la jugabilidad. Chained Echoes puede percibirse como un juego simple en lo que respecta a controles. No obstante, tiene bastante profundidad cuando se trata de mecánicas. Especialmente en lo que a combates respecta. Las peleas presentan el clásico sistema de batallas por turnos, aunque tiene su propio giro que lo hace más dinámico e interesante. En primer lugar, hay una barra dividida en tres partes: inicial, overdrive y overheat. Con cada ataque o habilidad usada, un marcador comenzará a moverse a través de esta ¿La gracia? Bueno, está en mantenernos sobre la parte de overdrive (en el medio) que es la que más nos beneficia. Aquí las habilidades costarán menos Tech Points o TP (el homónimo del maná) y los personajes recibirán menos daño.
Sin embargo, si no mantenemos un control sobre la barra y el marcador se va hacia la parte de overheat, nos perjudicará bastante. En primera instancia, porque los enemigos nos harán más daño, y en segunda porque nuestras habilidades costarán más TP. También hay que tener en cuenta que los ataques recibidos también mueven la barra. A raíz de ello será necesario manejar con cuidado nuestras acciones para mantenernos el mayor tiempo posible en el medio (overdrive) y así tener las batallas mejor controladas. Me gustó mucho la implementación de esta mecánica porque aporta un componente estratégico que me hizo evaluar mis movimientos de acuerdo a la situación.
Afortunadamente, contamos con algunas acciones que pueden mover la barra hacia atrás si se encuentra en la parte de overheat. Por otro lado, como he mencionado, contamos con diversos personajes que utilizar. Cada uno tiene sus roles y habilidades, pudiendo llevar hasta cuatro en nuestra party. Sin embargo, podemos tener hasta cuatro unidades adicionales en «reserva», lo que nos permite hacer una especie de enroque con los que se encuentren en combate. Hacer cambios entre retaguardia y vanguardia ayuda a ajustar la barra, como así también usar las habilidades definitivas de cada héroe. El hacer estos cambios, es una mecánica que vi en otros JRPG, como por ejemplo Tales of Berseria. La verdad es que lo veo genial, ya que soy de los que se sienten algo decepcionados cuando no se pueden llevar a todos los personajes que me gustan.
Chained Echoes también cuenta varias mecánicas conocidas, pero que se agradece que estén presentes. Entre otras cosas se puede mejorar el equipamiento, imbuir armas y armaduras con cristales, o desbloquear habilidades con las que personalizar a los héroes. También hay misiones secundarias, un gremio de aventureros que nos brindará información acerca de enemigos especiales y un tablón de recompensas. La verdad es que hay muchísimas cosas más que se van habilitando conforme se avanza, pero no quiero arruinarles la sorpresa contándolas todas aquí. Y sí, hay combate con mechas. A todo esto, también se suma un bestiario donde podemos ver detalles de los enemigos que hayamos derrotado. Un lindo detalle, a mi parecer.
Chained Echoes fue una experiencia maravillosa y me dió todo lo que esperaba. Fue un juego que me mantuvo totalmente enganchado de principio a fin. El desarrollo de Mathias Linda me sorprendió constantemente con secretos, criaturas curiosas e historias conmovedoras y memorables. Amé a todos y cada uno de los personajes, incluso a aquellos que en un inicio me cayeron un poco mal, y disfruté siendo testigo del crecimiento de los mismos a lo largo de la aventura. También me sentí abrumado, pero de buena manera, por la cantidad de contenido que tiene y -como en Elden Ring- a cada rato pensaba ¡¿Aún hay más?! Lo cual me encanta. Es un juego que se ganó un lugar en mis favoritos, y que enfáticamente lo recomiendo a todo amante del género. Espero puedan disfrutarlo tanto como yo.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
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