BYTE THE BULLET – Análisis

BYTE THE BULLET – Análisis

Entre virus y homenajes

Byte the Bullet, el juego de acción de Lion Ant Games nos pone en el rol de un antivirus que debe limpiar todas las partes de una pc infectada y, en el camino, celebra los grandes clásicos de antaño


Cuando, entre los miles de indies que salen por año, aparece un plataformero de acción que destaca de sobremanera, recomendarlo es casi una obligación del periodismo. Byte The Bullet es una oda a los grandes clásicos de los ochenta y noventa que, con una jugabilidad muy emparentada con la saga Mega Man, nos invita a rememorar la edad dorada del gaming. El concepto es tan divertido como original, un virus afecta la PC de Esteban Marin (el creador del juego) y decide utilizar su arma secreta: un antivirus que cabe en un disquete de 3 ½ que se encargará de limpiar cada una de las partes afectadas.

El juego de Lion Ant Games nos pone en un mapa que representa la placa madre de la propia PC de Marin, interconectando cada uno de los componentes afectados. Podemos elegir libremente el orden en el que jugamos cada mundo y, una vez limpio de virus, restablecerá una función primordial dentro del juego. Así, limpiar el Disco Rígido (HDD) nos permitirá habilitar puntos de control dentro de los niveles y conservar los power ups al morir. Por su parte, la placa de video restablecerá los colores (sino jugaremos todo en blanco y negro), la fuente iluminará los lugares oscuros y restablecerá los cortos que nos bloquean el paso, y la placa de sonido y el ventilador también tienen un mundo dedicado a ellos. 

Byte The Bullet se juega como un plataformero de desplazamiento lateral en el que debemos dispararle a todo lo que vemos. El objetivo principal es alcanzar el final del nivel, pero además tenemos objetivos opcionales que potencian la rejugabilidad: eliminar cierta cantidad de virus, encontrar todos los secretos, recoger todos los bytes sueltos, o finalizar el escenario antes de un tiempo límite sugerido. El primer mundo que jugamos hará las veces de tutorial y no haremos más que avanzar hasta alcanzar el jefe, que siempre se ajustará a la temática del componente que hayamos elegido limpiar. Por ejemplo, en el HDD el jefe tiene un ataque que requiere que memoricemos el orden en el que se iluminan las baldosas del piso. Si lo hacemos bien evitamos un buen golpe, pero a medida que avanza la batalla este “Simón dice” improvisado se vuelve más y más complicado. 

Byte the Bullet Análisis

En cada mundo hay dos poderes especiales para desbloquear y podemos equipar hasta 4 a la vez. Éstos se activan a medida que recolectamos bytes sueltos, con 8 el primero, 16 el segundo, 32 el tercero y 64 el último. Si elegimos bien el orden podemos hacer combos interesantes. Por ejemplo, poner un multiplicador de bytes en el primer espacio hace que los próximos poderes se puedan activar con la mitad de los bytes. Las habilidades pasivas incluyen mejoras para el cañón, tiempo de invulnerabilidad extendido, una armadura temporal y hasta una reducción al tiempo de enfriamiento del arma o el jetpack con el que hacemos el doble salto. Algunas son vitales para facilitar ciertos niveles avanzados, otras indispensables para cumplir todos los objetivos secundarios y conseguir todos los logros o trofeos.

En el tercer nivel de cada mundo hay una salida oculta que nos llevará al mundo de la memoria RAM. Todas las salidas nos llevan al primer nivel y para continuar al próximo debemos terminarlo. Sin embargo, los jugadores de la vieja escuela encontrarán formas muy sencillas de saltear este paso. Cada nivel de la RAM es un homenaje a un juego o familia de juegos en particular y, sin miedo al éxito ni a las demandas por copyrights, Byte The Bullet nos lleva de paseo por la nostalgia. El primero comienza como el legendario Super Mario Bros. de NES y de a poco va transformándose en otros juegos hasta alcanzar un clímax tan difícil como espectacular. Como recompensa, y sólo si exploramos bien, nos regalará una nueva habilidad que usualmente destaca por sobre las demás.

Contarles de qué va cada nivel de la RAM sería, además de un spoiler innecesario, un verdadero despropósito. El juego de Esteban Marin es una fiesta de guiños a los grandes clásicos, pero también a la cultura popular con la que crecimos. Es evidente desde el primer momento, pero de vez en cuando algún diálogo simple se encarga de dibujarnos una sonrisa y a la vez funciona como una palmadita en la espalda cuando las cosas se vuelven más complicadas. Y es que, por más accesible que parezca al comienzo, Byte The Bullet es una oda a lo retro también en su dificultad. El diseño de niveles se va complejizando hasta el punto en que vamos a estar saltando entre plataformas diminutas mientras esquivamos todo tipo de peligros, luchando contra el tiempo de recarga del jetpack y algunos problemas con la precisión del desplazamiento cuando debemos dar sólamente un pasito.

Lo bueno es que el juego de Esteban Marin aprieta pero no ahorca. Eventualmente vamos a poder superar cada uno de los desafíos que nos propone, es cuestión de perseverancia, observación y un poco de práctica. Por supuesto hay habilidades que pueden ayudarnos a compensar estas dificultades, especialmente la que reduce el tiempo de recarga del doble salto. Pero aún sin tenerlas equipadas, el juego puede completarse si tenemos la habilidad suficiente. La única excepción fue una batalla en particular, sobre la recta final de la aventura, que realmente me hizo considerar abandonar el juego. Sinceramente pensé que me estaba perdiendo de alguna mecánica pero no, era cuestión de pulir aún más mi rendimiento en ese combate. 

Byte the Bullet Review

Byte The Bullet es un juego excelente y una experiencia recomendable para todo aquel que haya jugado los clásicos de los ochenta y noventa. Más allá de su encantadora propuesta nostálgica, es su gameplay sólido y su excelente diseño de niveles lo que lo destaca por encima del resto. Los niveles de la RAM son magníficos, divertidos y tan originales que necesito una secuela mañana mismo. Es cierto que los controles me hicieron renegar un poco, pero hacía mucho que no me sentía tan conectado con un plataformero de acción de estilo retro. Esteban Marin y Lion Ant Games hicieron un gran trabajo, divertido, desafiante y hermoso. Pero por sobre todas las cosas, tan original que todos deberían tomarse un momento para jugarlo.


FICHA TÉCNICA:

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Sobre Sebastián Cigarreta

Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.


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