Cuesta mucho encontrar roguelites que diviertan, puesto a que perder casi todo el progreso y volver a empezar una y otra vez, puede llegar a ser frustrante. Sin embargo, existen juegos dentro del género que encuentran la forma de aliviar un poco esta situación, mediante mejoras permanentes, variedad de personajes y una jugabilidad divertida. BlazBlue Entropy Effect cae dentro de dicho espectro, puesto que consigue enganchar gracias a su acción frenética y mecánicas pensadas para sentir que hay un progreso real (más allá de los típicos desbloqueables) entre cada run, pero sin perder la esencia.
BlazBlue Entropy Effect es un videojuego muy vistoso y que, en lo personal, me encanta. El trabajo de 91Act dota de vida a un diverso elenco de personajes, cada uno con sus propias cualidades, movimientos y estilo de juego, dando pie a una jugabilidad muy variada. Podría decirse que es tan vistosa como la de los juegos de lucha de Arc System Works, pero en un entorno completamente diferente. La historia nos sitúa en un mundo futurista, teniendo como protagonista a un robot cuya finalidad es la de poner a prueba a prototipos de combate en una simulación virtual. La pregunta aquí es, ¿Con qué fin?
Detrás de esta fachada, se esconde toda una intrigante trama, que gira en torno a las misteriosas partículas de entropía y los efectos que estas tuvieron en los seres humanos, que fueron prácticamente erradicados ante ellas. Varias preguntas encuentran respuesta a lo largo de sucesivas partidas, aunque otra parte se esconde detrás de ‘Phenomena’, unos artefactos que permiten ver fragmentos del pasado. Dicho de otro modo, un complemento opcional para aquellos que deseen ahondar más en este universo. La verdad es que todo es muy confuso y no estoy completamente seguro de haber entendido bien lo que sus responsables quisieron contar. De cualquier forma, la historia es tan sólo una pequeña porción de la experiencia. El juego se puede disfrutar, aún sin tener en claro los pormenores de una trama que no es clara en absoluto.
Lo que cautiva de lleno es la jugabilidad. En primera instancia tenemos una suerte de base central -o hub, según se prefiera- donde controlamos al robot y podemos interactuar con algunos NPC. Además podremos desbloquear diversas habilidades pasivas, conocidas como ‘Mind Upgrades’, que van desde mejoras de salud, hasta ventajas como empezar con objetos curativos adicionales. Desde aquí también podemos sumergirnos en la realidad virtual, que es donde realmente está lo divertido de BlazBlue Entropy Effect.
En este mundo cibernético, nos pondremos en la piel de uno de los diez personajes jugables que el juego ofrece al inicio. El repertorio resultará sumamente familiar para todos los seguidores de la franquicia. Tenemos a Ragna, el espadachín que muchos reconocerán como la cara visible de BlazBlue; Taokaka, la curiosa chica-gato y feroz guerrera; o Noel Vermillion, una pistolera ágil principal heroína de la saga. Cada uno cuenta con su propio estilo de combate y arsenal de ‘Potenciales’ o habilidades específicas que les confieren nuevos movimientos y pasivas.
Los ‘Potenciales’ se obtienen a medida avanzamos superamos niveles. Son uno de los apartados cruciales del juego, ya que mediante ellos podremos desbloquear poderosos ataques o ventajas adicionales para los movimientos base. La progresión de cada personaje tiene mucho peso, especialmente cuando las habilidades se apilan. He de admitir que este aspecto del juego me fascinó por completo, puesto que la sensación de poder es fantástica. A todo esto, también debemos sumar las ‘Tácticas’, que componen un sistema complementario que nos permitirá de redondear aún más nuestra build.
Las ‘Tácticas’ componen otra de las mecánicas troncales de BlazBlue Entropy Effect. Consisten en diversas bonificaciones que podemos ganar a medida avanzamos en la partida. Por ejemplo púas flotantes que atacan a enemigos cercanos, cargas eléctricas que pueden hacer estallar a un objetivo. La diferencia entre estas y los ‘Potenciales’ es que aportan potenciadores adicionales al personaje, relacionados a los elementos del juego, que van desde clásicos como fuego o hielo, hasta otros más inusuales como luz o umbra.
Algo muy importante que destacar, es que las bonificaciones se obtienen de forma aleatoria. Cada vez que finalicemos un nivel, podremos escoger una recompensa, que pueden ser ‘Potenciales’, ‘Tácticas’, descansar para recuperar salud o visitar una tienda, entre otras tantas. Si por ejemplo, elegimos cualquiera de las primeras dos alternativas mencionadas, se presentarán otras tres opciones y quedarnos con aquella que mejor se adapte al estilo de juego que estamos desarrollando en la run. El único detalle es que hay un tope de habilidades que podemos tener equipadas, pero podemos intercambiarlas de ser necesario.
Entre la amplia variedad de personajes, potenciales y tácticas de cada uno de ellos, se abre un mundo de posibilidades. La cantidad de builds que se pueden armar, experimentar y llegar a crear es increíblemente amplia. Especialmente por la propia aleatoriedad del juego, que muchas veces nos obligará a improvisar, pudiendo encontrar combinaciones impensadas que generan poderosas ventajas únicas. Y lograr eso, es muy satisfactorio. Pero aún hay más, porque a todo esto se suma un sistema maravilloso conocido como ‘Heredado’.
Cada vez que terminamos una partida podemos guardar una copia del personaje y dependiendo del rating obtenido durante la run, se nos permitirá elegir algunas de las ‘Tácticas’ para heredárselas al siguiente héroe. Pero para aumentar aún más el abanico de posibilidades, también será posible elegir una habilidad única de ‘Legado’. Gracias a esta mecánica será posible iniciar una partida con movimientos provenientes de otros dos personajes. De ese modo, es que 91Act garantiza variedad, ampliando y fortaleciendo el repertorio de builds, cuyos resultados pueden llegar a ser increíbles. Sin lugar a dudas, un apartado de progresión fantástico que no es nada común dentro del género.
Por supuesto, el juego también ofrece todo lo que podría esperarse de un roguelite. Combates contra jefes, diversión y un loop jugable que engancha gracias a lo frenético de su acción. Además, visualmente he de decir que, si bien no soy fanático de los juegos de lucha, encuentro fascinante la estética anime y el diseño de personajes de la saga BlazBlue. Pero lo mejor es que Entropy Effect mantiene ese mismo estilo tan icónico de la franquicia. Los personajes y enemigos están muy detallados, y las animaciones durante los combate son un festival de colores y destrucción. En este sentido, los entornos quedan un poco por debajo del resto en cuanto al detalle. Tampoco es algo a lo que se le llega a prestar demasiada atención cuando estamos en medio de una pelea.
BlazBlue Entropy Effect es una excelente adición al género roguelite, gracias a una frenética jugabilidad cargada de acción que se torna adictiva tanto por la progresión, como por lo maravillosamente genial de su apartado artístico. El diverso elenco de personajes y habilidades dan pie a la rejugabilidad, pero por si no fuera suficiente se añadirán más héroes en futuros DLC. Cabe destacar que sus responsables también planean ampliar la experiencia con nuevas opciones PvEvP. Por lo demás, 91Act realizó un trabajo sinceramente espectacular, demostrando que una saga puede salir de los márgenes a los que nos tiene acostumbrados y seguir siendo maravillosa.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
Artículos más recientes
