BLASPHEMOUS 2 – MEA CULPA DLC – Análisis

BLASPHEMOUS 2 – MEA CULPA DLC – Análisis

Un retorno agridulce

The Game Kitchen trae de regreso a la mítica espada Mea Culpa en un DLC agridulce que flaquea en términos narrativos, pero enriquece el apartado jugable del mejor metroidvania de 2023


Como dijo Roberto D’Aubuisson, ‘La culpa no es de los que se equivocan, es de los ausentes’. En el mundo de los videojuegos podemos citar varias armas que consiguen lograr un impacto significativo en los jugadores. Piezas de equipo que poseen la capacidad de crear conexiones que trascienden al mismo juego y cuyas ausencias se hacen notar significativamente. Sólo por poner algunos ejemplos, tenemos al Espadón de Luz de Luna de la saga Souls, el fusil Lancer de Gears of War o las Espadas del Caos de God of War. Todo un maravilloso arsenal en el que también podemos incluir Mea Culpa de Blasphemous. Ahora, con el primer DLC de uno de los metroidvanias más aclamados de 2023, The Game Kitchen trae de regreso a la icónica espada, manteniendo uno de los elementos más importantes que sostienen a cualquier videojuego: El Fan Service.

En la primera entrega de esta, la espada Mea Culpa se presentaba de una forma majestuosa, con una historia profunda completa y atractiva. De hecho, no hubo personaje, lugar o incluso un ítem que no tuviera una razón de ser, un porqué, un principio y un fin. The Game Kitchen dejó entrever la pasión y entrega en este juego. Perder dicha arma en el DLC Wounds of Eventide de Blasphemous fue algo épico y triste. Es precisamente por todo esto que la extrañamos tanto en Blasphemous 2. Ninguna de las tres armas disponibles en la segunda entrega tenía suficiente personalidad y el retorno de la icónica hoja se antojaba como algo indispensable y urgente.

Ahora, que el tan ansiado DLC llegó, debo decir que cumple con algunos propósitos, pero también deja en evidencia algunas carencias de Blasphemous 2. Es decir, al traer de regreso un elemento tan importante del primer juego, se esperaba que The Game Kitchen lo hiciera de la mano de un elaborado trasfondo. Y la verdad es que lo hace, pero a medias. Es como si faltase algo de inspiración en todo sentido. Algo que sólo se añadió para cumplir y poco más, con algunos momentos muy interesantes, pero con una notable falta de brillo.

El DLC Mea Culpa presenta personajes enigmáticos, como el antagonista principal de la historia, y la Dama de Barro. Nuestro Nemesis presenta una personalidad misteriosa, vengativa y fanática que cumple en términos jugables. Sin embargo, es fácil notar que estamos frente a un personaje incompleto en términos narrativos. Su visión, propósito, las razones que lo mueven y lo motivan, quedan muy pobremente reflejados. Esto también tiene que ver con el excesivo lenguaje poético y metafórico que usa el juego en general, no así su dificultad, y si bien no llega a competir con Isidora ni Eviterno, nos brinda un enfrentamiento desafiante y divertido.

Por su parte, los encuentros con la Dama de Barro resultan un tanto repetitivos. Básicamente nos hace deambular por toda la antigua Cvstodia, dado que el DLC no cuenta con los característicos puntos de interés que nos permiten seguir la historia, presentes en el juego base. Claro, esto es algo que tiene por intención el fomentar la exploración, aunque no deja de sentirse un tanto confuso y tedioso.

Este nuevo contenido incluye dos nuevas y extensas zonas que buscan ampliar el juego base. El área inicial donde comienza el DLC, bañada en nieve, decorada por tétricas tumbas y fantasmagóricos árboles, es maravillosa. Parece una combinación entre un bosque embrujado y un cementerio, pero con muchas plataformas y enemigos. Luego, tenemos las catacumbas ubicadas justamente debajo de este lugar, donde volvemos al plataformeo característico de Blasphemous 2

Blasphemous II Mea Culpa DLC Análisis

En este sentido, cabe mencionar que esta nueva área como así también las dos zonas ampliadas del juego base, presentan largos segmentos de plataformas. Algo que, por cierto, extiende innecesariamente la duración del título gracias a una excesiva repetitividad y hordas de enemigos. Como resultado, tenemos plataformeo en el subsuelo y en las alturas. En lo personal, considero que expandir un poco más la sección congelada del Gélido Reposo brindaría una progresión más horizontal que habría aportado más variedad a la jugabilidad y a la exploración, destacando en el proceso el excelso pixel art con que todo está creado.

A pesar de la simplicidad narrativa que envuelve a los personajes y del exceso de plataformeo en los escenarios, el punto más álgido del DLC se encuentra en el retorno de Mea Culpa. Posiblemente, muchos recuerden el retorno de las Espadas del Caos en God of War 2018; armas que representan la frustración, el arrepentimiento y la impotencia. Kratos las odiaba y aborrecía, por el pasado que forjó con ellas, pero aun así decidió guardarlas, enfatizando el hecho de que realmente nunca nos deshacemos de aquello que amamos u odiamos.

En el caso de Blasphemous, el Penitente no puede eximirse de su culpa. Por el contrario, la necesita, y la forma en que nuestro personaje recobra su espada de antaño es majestuosa. Una vez más, el padre, la culpa y el sacrificio se hacen presentes para que Mea Culpa pueda regresar. De este modo, The Game Kitchen trae de regreso los NPC más nostálgicos y mejor creados de su juego. Personajes muy bien desarrollados presentes en la primera parte que evidencian que la única relación que el DLC tiene con Blasphemous 2 es sólo el título.

Sea como sea, volver a blandir a Mea Culpa es maravilloso, aunque la forma en la que el DLC nos permite mejorarla le quita distinción y supremacía sobre las demás armas. Recordemos que en Blasphemous 1 teníamos altares especiales donde la sangre y las lágrimas del penitente fortalecían la hoja, pero usar la misma dinámica de mejora en las demás armas quita relevancia a la mítica espada. Considero que el DLC se hubiera beneficiado mucho de haber incluido este tipo de altar. De hecho, pudo haber estado presente en la zona Madre de Madres (perteneciente al primer juego), lo que hubiese justificado narrativamente su inclusión.

Por otra parte, otorgar a la espada ciertas habilidades que originalmente no poseía también cambia la naturaleza primigenia de Mea Culpa. De cualquier modo, no puedo dejar de reconocer que es muy divertido usarla como recurso para atravesar las zarzas, por lo que funciona en términos de jugabilidad, pero no de narrativa. The Game Kitchen consiguió crear un arma con una personalidad muy marcada, y cambiar sus atributos le quita parte de ese encanto especial. Las cualidades con las que fueron concebidas es lo que le confieren ese carácter mítico, lo que nos cautiva de ellas.

Antes de terminar, no puedo dejar de mencionar que padecí algunos problemas técnicos con el juego. Uno de los más preocupantes fue que, tras jugar mi primera partida en Xbox Series S y al retomar el juego, el progreso hecho en el DLC no estaba. Afortunadamente descubrí que debía reiniciar el juego hasta dos o tres veces para poder continuar jugando. También fueron frecuentes algunos pantallazos negros, y una extraña repetición sucesiva de la pantalla de muerte. Errores más o menos, no puedo dejar pasar por alto el excelso trabajo musical realizado por Carlos Viola. La combinación entre melodías sinfónicas y metálicas -particularmente durante el combate contra el antagonista principal- es sencillamente fascinante.

Blasphemous II Mea Culpa DLC Review

Mea Culpa dista de ser perfecto, pero aún así es un DLC que encantará a todo fan de Blasphemous. El regreso de algunos personajes icónicos y, por supuesto, de la mítica espada se siente como una caricia. Sin embargo, estos dos elementos estuvieron tan bien desarrollados en la primera entrega, que aquí sólo se sientan como una suerte de fan service. El final C que se incluye con este contenido deja la puerta abierta a un segundo DLC, o bien a una hipotética tercera parte, aunque por el momento The Game Kitchen no se pronunció al respecto. Por lo demás, sólo queda disfrutar de este nuevo viaje las nuevas e ignotas regiones de Cvustodia.


FICHA TÉCNICA:

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Sobre Ulises Corrales

Soy un apasionado de la fantasía oscura medieval y fanático de los soulslike. Cuento historias con voz sensual en cada hoguera en la que paro a descansar.


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