El primer contacto que tuve con el trabajo de The Game’s Kitchen fue con The Last Door, una aventura point & click que, hasta el día de hoy, tengo muy presente por lo mucho que me gustó. A raíz de ello jugué su secuela, con la cual quedé aún más encantado. El mundo que habían creado era fantástico y la historia muy enigmática, pero cautivadora. Pero ¿Qué tiene que ver esto con Blasphemous 2? Que cuando se trata de segundas partes, el equipo de desarrollo la tiene muy clara. Porque la continuación del aclamado Blashpemous, sobrepasa con creces a su predecesor, añadiendo nuevas mecánicas y mejoras que elevan la experiencia a un nuevo nivel, lo cual -por supuesto- me dejó muy satisfecho.
En Blasphemous 2 la historia continúa tras los sucesos del último DLC del primer juego. El milagro está por dar a luz un nuevo mesías, por lo que el Penitente despierta de su descanso teniendo sobre sus hombros la ardua tarea de detener dicho acontecimiento. Pero en su camino tendrá que medirse con la Archicofradía, un grupo de cófrades acogidos por el pecado que obran como sus defensores. Esta situación supone un difícil pero muy acorde desafío para nuestro protagonista. La diferencia es que ahora tiene unos cuantos nuevos trucos bajo la manga, aunque ya llegaré a eso.
El relato se nos irá desvelando de a poco, con mucho diálogo críptico a través de nuevos y variados personajes. Por otro lado, contaremos con algunas aventuras secundarias, encargos y leyendas que podremos seguir si así lo deseamos. En mi caso, me perdí bastante por el mundo buscando completar estas misiones, aunque algunas son más sencillas de realizar que otras. En general, me gustó mucho este apartado, la narración es interesante y el hecho de que haya actuación vocal para los personajes hace de la experiencia algo mucho más disfrutable.
Como dato aparte, y sin ánimos de hacer spoilers, esta secuela también cuenta con diferentes finales. Además, la iconografía religiosa que caracterizó al primer juego se mantiene y profundiza. The Game’s Kitchen demuestra tener un gusto fantástico incluyendo en su nuevo trabajo decenas de referencias que hacen ver a la biblia y otros textos sagrados como si fueran verdaderos relatos de terror. El diseño de los enemigos es fantástico, pero el de los jefes una maravilla. Se ven grotescos y aterradores, a la vez fascinantemente cautivadores. Una verdadera exquisitez.
La jugabilidad de Blasphemous 2 se mantiene bastante similar con respecto al primer juego. No obstante, se siente que aquí se deja de lado esa impronta ‘soulslikera‘ para dar más protagonismo a una vertiente metroidvania, más clásica y pura. Tal es así que el plataformeo, el combate y la exploración son el foco principal. Sin embargo, los movimientos del personaje se sienten mucho más fluidos y precisos en esta ocasión. El control está muy pulido y responde muy bien. Este es un detalle a destacar, puesto que ahora contaremos con tres armas a nuestra disposición: la clásica espada, unas duales, y una maza con cadena (mi favorita).
Cada una de estas armas cuenta con sus propias características, como velocidad de ataque, daño y movimientos. Además, tienen sus propios árboles de habilidades para mejorar su repertorio de técnicas o aumentar la potencia de sus golpes. Pero lo más interesante de dicho añadido es que cada arma tiene una utilidad específica en la exploración. Un ejemplo de ello es la maza, con la que podemos hacer sonar enormes campanas que materializan superficies o abren ciertas puertas. Es un agregado mediante el cual se mezclan mecánicas y sistemas, haciendo que resalte la precisión en el control, lo cual me dejó encantado.
Además del nuevo nuestro arsenal de armas, Blasphemous 2 también presenta un sistema de progresión el cuál está representado por cuentas de rosario. Básicamente son objetos que nos otorgarán bonos pasivos como, por ejemplo, más defensa ante los ataques físicos. También podremos hacer uso de rezos, divididos entre cantos y versos. Dicho de otro modo, son poderosos hechizos y plegarias, que sirven para potenciar al penitente con ataques eléctricos, de sangre, o invocar gigantescos pilares de luz que causarán gran daño a nuestros enemigos.
A lo mencionado, también se añade el Retablo de Favores. Mediante dicho sistema podremos equipar al Penitente con esculturas talladas que le otorgarán poderosas ventajas. Sin embargo, lo interesante es que hay varias combinaciones especiales que pueden generar sinergias que se activarán dependiendo de como las figuras sean colocadas en el retablo. Este añadido, si bien es bastante similar al de las cuentas del rosario (ya que ambos aportan habilidades pasivas), se siente más interactivo puesto que da lugar a la experimentación, probando diferentes estatuillas intentando descubrir las composiciones más potentes. Toda esta variedad de sistemas y mecánicas resultan muy entretenidas, haciendo que la progresión del personaje se sienta robusto y muy completa.
En lo que respecta al apartado visual, el juego vuelve a apostar por una hermosa estética pixel art, con tonos apagados y lúgubres, generando una atmósfera única. Además, también podremos ver cinemáticas animadas, algunas de ellas digitalizadas y otras con el mismo motor del juego, que están súper cuidadas y son realmente geniales de principio a fin. El diseño de personajes, como mencioné anteriormente, mantiene la peculiaridad que tanto marcó a la primera parte. En cuanto a los escenarios en sí, los paisajes y entornos son fascinantes. Se sienten desolados, desesperanzadores, transmitiendo una sensación de agobio. Todo es muy sangriento y crudo; lo cual me encantó.
La banda sonora es excelente, tal como sucedía en el primer juego. Las melodías suelen ir desde el suspenso y la calma, hasta otras más movidas durante combates y zonas peligrosas. Desde mi punto de vista, destacan mucho aquellas que hacen uso de guitarras. La actuación de voz, tanto en Español como en Inglés, es impecable y muy inmersiva. De hecho, es una de las pocas veces donde he cambiado el idioma de las voces constantemente para apreciar las diferencias, haciendo que me fuera difícil elegir entre una versión u otra. Al margen de ello, ambos apartados son sumamente satisfactorios y capaces de dejarnos absortos y con la mirada atónita mientras disfrutamos todo lo que tiene para ofrecer este mundo tan particular.
Blasphemous 2 es una secuela que mejora todos los aspectos y mecánicas de su predecesor. Desde la exploración y el combate, hasta su interesante historia y apartado técnico. Además, en esta ocasión se siente que abraza su naturaleza metroidvania dándonos una habilidad de doble salto real. Debo admitir que hubo momentos donde me sentí irritado. Por ejemplo, cuando era golpeado en medio de la animación de levantarme (algo bastante frecuente en salas tipo ‘desafío’ que se llenan de enemigos), o tener que repetir algunas cinemáticas al perder contra determinados jefes. Nada que no se arregle con un git gud. Como sea, quedé encantado con el nuevo trabajo de The Game’s Kitchen. Sin remordimiento alguno, los invito a adentrarse a este religioso mundo y cumplir con la penitencia, independientemente de si hayan jugado o no a la anterior entrega. Creo que aquellos ávidos de aventuras sabrán apreciarlo de igual manera.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
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