por Franco Borgogna
Innovar, más allá de lo técnico, es un problema al que muchas desarrolladoras se enfrentan diariamente, especialmente cuando de grandes estudios se trata. Apostar por nuevas mecánicas o ideas resulta tan arriesgado que al final del día, la opción más simple gira en torno a regresar hacia el conocido terreno de ‘los conceptos que funcionan’. En el terreno del desarrollo independiente, sucede algo similar. Al fin y al cabo, 9 de cada 10 títulos son metroidvanias, roguelikes o juegos con cartas. Si bien es bastante comprensible, suele echarse en falta algo de originalidad. Es por ello que cuando aparecen videojuegos como Arranger: A Role-Puzzling Adventure regresan las esperanzas de que no todo está escrito y que todavía queda mucho margen para la innovación.
Arranger: A Role-Puzzling Adventure (Arranger, de aquí en más) es una aventura minimalista y simple en su concepción. Se trata de una inteligente propuesta de resolución de rompecabezas, desarrollado por Furniture & Mattress. Un estudio que entre sus filas cuenta con David Hellman (artista de Braid) y Nick Suttner (Celeste y Guacamelee! 2), además del talento de Nicolás Recabarren y Tomás Batista (Ethereal). Sin embargo, el título destaca no sólo por la suma de sus talentos, sino por la manera en que fusiona conceptos como los puzles tipo sliding block puzzles con los RPG de antaño, al mejor estilo The Legend of Zelda.
En el juego asumimos el papel de Jemma, una joven que lucha por encontrar su lugar en el mundo. Para ello, emprende un viaje más allá de las fronteras de la ciudad en la que vive protegida contra el riesgo de «la estática», una extraña fuerza que amenaza con corromper todo a su paso. Sin ánimos de revelar más detalles acerca de la trama -puesto que estamos ante un videojuego relativamente corto- sólo resta añadir que a lo largo de su viaje, nuestra protagonista destapará numerosos secretos acerca de su origen y de los extraños poderes que posee, los cuales pueden influir en aquellos que la rodean.
Lo interesante de Arranger es la mecánica de desplazamiento. Jemma puede moverse por escenarios divididos en cuadrículas en que las filas se mueven de izquierda a derecha, o de arriba a abajo. Mover una fila hará que nuestra protagonista y cualquier objeto que se encuentre en la misma, de un paso en la dirección indicada al mismo tiempo. Además, los bordes opuestos están conectados, lo que permite realizar una especie de teletransportación entre los extremos de la misma microsección. La idea subyacente es proporcionar el mejor pretexto lúdico para construir rompecabezas, a través de una especie de laberinto mágico.
Aunque la mecánica de juego puede parecer complicada, lo cierto es que resulta muy sencilla de comprender en la práctica. Tanto la historia como el hermoso arte dibujado a mano están pensados para que uno como jugador entienda y pueda familiarizarse con la jugabilidad de forma rápida y sencilla. En este sentido, resulta muy inteligente la secuencia con la que nos encontramos al inicio de la aventura, cuando Jemma se encuentra con un NPC de pie sobre una escalera y, al mover la fila, la escalera se rompe haciendo que dicho personaje se caiga. Este es solo uno de los muchos elementos que el juego usa para, de forma orgánica, hacernos saber cómo todo funciona prescindiendo de tutoriales.
La dificultad de los rompecabezas aumenta gradualmente. Al principio, todo pasa por acostumbrarse al movimiento de Jemma. Luego a comprender que no tenemos inventario y que todos los objetos debemos moverlos a ‘empujones’. Seguido de ello, tendremos que hacer frente a monstruos creados por la estática, movernos por el agua haciendo uso de una balsa y luchar contra jefes en emocionantes batallas en forma de complejos puzles. De este modo, el juego expande su mecánica básica con mucha originalidad. Un detalle interesante que aporta aún más variedad a la movilidad, es que los monstruos y objetos afectados por la estática no se pueden mover. Esto funciona como un obstáculo a la hora de resolver un acertijo, invitándonos a pensar en diferentes alternativas a fin de superar dichas instancias.
En este sentido, el diseño de los rompecabezas y la historia funcionan bien en conjunto. Es un juego de movimiento donde cada casilla cuenta. Incluso los jefes no son más que actores en un tablero donde no se necesita rapidez o agilidad al control, sino en saber cómo resolver un acertijo para conseguir derrotarlos. Cada segmento es un enigma que leer, interpretar y superar. Secuencias donde debemos tomar el tiempo necesario para avanzar y, a veces, esperando a que la solución aparezca por arte de magia en nuestra cabeza.
Arranger: A Role-Puzzling Adventure es una propuesta hermosa. No sólo por su original planteo, sino por su hermoso mundo dibujado a mano y su cautivadora historia. El sistema de movimiento basado en cuadrículas da lugar a una novedosa forma de interactuar con el entorno, ofreciendo numerosas posibilidades a la hora de resolver un rompecabezas. Un título que con tan sólo un puñado de horas ofrece uno de esos soplos de aire fresco que la industria tanto necesita. Furniture & Mattress consigue sorprender no sólo por la idea, sino también por una ejecución excelente.
Sobre Franco Borgogna
Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.
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