El Metroidvania es una especie de ente ajeno al tiempo, que no conoce de modas. De hecho, se ha revalorizado mucho, gracias a juegos como Hollow Knight, que toman como fuente de inspiración a obras icónicas del género como los son Metroid o Castlevania: Symphony of the Night. No es casualidad que este tipo de propuestas sean tremendamente populares, pudiendo encontrarse una amplia gama de títulos similares dentro de Steam y otras tiendas digitales. Lo interesante de este auge (al menos de cara a los usuarios), es que las desarrolladoras se ven obligadas a esforzarse para dotar a sus títulos de algo diferente. De características propias y señas de identidad que confieran a sus experiencias algo único. En el caso de Anima Flux es su atmósfera y la posibilidad de poder jugar en cooperativo. Una característica que no se ve con demasiada frecuencia en este tipo de juegos.
Pero ¿Qué es Anima Flux? ¿Cuál es su origen? ¿A dónde viene y a dónde va? y lo más importante ¿Porqué es un título a tener en cuenta?. Bueno, como dijo Jack, vamos por partes. Como podrán imaginar, se trata de un metroidvania que está siendo desarrollado por el estudio homónimo. Es un pequeño equipo de 12 personas repartidas entre Moldavia y Rumania. El título lleva en desarrollo desde enero de 2017, pero todavía le queda bastante trabajo por delante. Aún así, la versión de prueba a la que tuve acceso da una idea bastante clara de cómo serán sus mecánicas, ambientación e incluso hasta deja ver parte de su historia.
Antes de ponerlos en contexto acerca de la historia comentar que, lo primero que me llamó la atención, es el apartado gráfico que emplea la propuesta. Me parece un acierto que se haya dejado de lado el pixel art para dar paso a un estilo diferente. Tanto los personajes principales como los enemigos parecen dibujados a mano, con una onda tipo cómic. Las animaciones en general se sienten fluidas y son vistosas, al igual que los entornos que a pesar de ser bastante oscuros tienen iluminación y sombras dinámicas. En general, la ambientación es como un blend entre Starship Troopers y Ghost in the Shell, pero con un mundo más desolado y postapocalíptico.
Las vibras que desprende la atmósfera son bastante condescendientes con la trama que presenta Anima Flux. La realidad en que se ambienta el juego es muy desoladora, ya que la humanidad se ha visto obligada a dejar la Tierra para escapar de un virus mortal que arrasa con todo a su paso. A fin de sobrevivir, los habitantes del planeta son trasladados a un lugar conocido como El Arca. Durante un largo tiempo todo fue prosperidad. Sin embargo, todo se pone patas arriba cuando una inesperada y extrañamente organizada invasión mutante invade el último bastión de la humanidad. Entonces, a fin de garantizar la supervivencia de los habitantes, una entidad gubernamental conocida como NOX envía a dos de sus mejores soldados para eliminar las amenazas.
Estos dos soldados, que son un hombre y una mujer (no pretendo asumir nada, pero al menos hasta donde sé) son justamente los protagonistas del juego. Honestamente, desconozco si tienen nombres porque busqué y no pude encontrarlos por ningún lado: ni en la página oficial del juego, como así tampoco en Steam. En fin, estas tropas de élite están genéticamente modificadas, por lo que tienen superfuerza, más resistencia que el humano promedio y un entrenamiento de combate de primer nivel. Si bien en el control los dos personajes se sienten iguales, hay una diferencia fundamental entre ellos, ya que ella hace uso de un arco y él de una espada. Este pequeño pero gran detalle, hace que se complementen muy bien el uno con el otro, además de hacerlos efectivo dependiendo la situación.
El sistema de combate es simple, pero funcional. Cada personaje tiene un ataque débil que puede encadenar para hacer combos y otro fuerte que hace bastante daño. También hay una especie de modo rage donde los soldados desatan todo su potencial, que si bien es breve, me sacó de muchos apuros. Por otra parte, el control es responsivo aunque hay un detalle que me hizo ruido: la distribución y función de los botones. Siendo sincero, la configuración por defecto es incómoda. No se siente natural que los ataques se hagan con el bumper y el gatillo derecho. Tampoco encuentro lógico que haya un botón para interactuar con el entorno y otro para hablar con los NPC’s. Si bien los controles se pueden remapear, considero que este aspecto necesita un pulido.
Cuando comencé la partida, pensé que al hacerlo en solitario, podría elegir entre un personaje u otro. Pero para mi sorpresa, ahí estaban ambos soldados en pantalla. Es decir, Anima Flux también es consecuente con el planteo de su trama. Ambos personajes se pueden intercambiar fácilmente en cualquier momento, dejando a uno de ellos a cargo de la IA. Y acá es donde eso que se me hizo tan genial comenzó a molestarme un poco. El tema es que la inteligencia artificial, al menos en esta versión que probé, no es buena. De hecho, en más de una ocasión fue motivo de frustración. En especial cuando ese personaje que no lograba saltar una simple plataforma o se metía en el fuego sin que pudiera hacer nada para evitarlo. Estimo que el estudio está al tanto de esto y mejorará este aspecto de cara a la versión final del título.
Ahora, la experiencia cambia completamente cuando es un segundo jugador el que toma el control del otro personaje. Porque el modo cooperativo es, sin lugar a dudas, la mejor característica que ofrece Anima Flux. Como siempre suele suceder, disfrutar de un juego con un amigos aumenta el factor diversión de forma exponencial. Y por supuesto, esta no es la excepción. Además, el hecho de que sea couch co-op le da un sabor especial y nostálgico. Eso de poder comentar lo que vas viendo con quién estás jugando o de coordinarse para ver cual es la mejor estrategia para vencer a un jefe, me transportó a mis días de juventud. Ah, y si no tenés a nadie a quién invitar a tu casa para jugar, no te preocupes, que el juego tiene soporte remote play together.
Para terminar, solo mencionar que el juego incluye un sistema de progresión, aunque me quedo con la sensación de que todavía tiene trabajo por delante. La forma en que funciona es bastante sencilla, ya que solo se necesitan unos orbes que dejan los enemigos al morir para poder intercambiarlos por algunas funciones y mejoras. Por ejemplo, se puede comprar un minimapa, objetos curativos o armaduras, entre otras cosas. Estimo que hay mucho más para ver en este apartado, aunque quizá se lo están guardando para más adelante.
Anima Flux es un juego que promete y tiene potencial. En particular me gustó mucho su atmósfera, el estilo gráfico y las animaciones de los personajes. Sin embargo, lo mejor es la posibilidad de disfrutar el juego en cooperativo. Esta característica me parece un acierto ya que es un factor distintivo, porque no hay muchos exponentes del género que la ofrezcan. Por otra parte, creo que el título requiere de pulido en ciertos aspectos como en el control y -especialmente- en la IA. Supongo que es algo en lo que el equipo de desarrollo estará trabajando y de seguro corregirá para la fecha de lanzamiento que, estimo, será en algún momento de octubre. Y lo estaré esperando, porque sin lugar a dudas, es un videojuego al que quiero y pretendo volver.
Sobre Franco Borgogna
Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.
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