Se terminó el 2024 y como gente de bien que disfruta de los videojuegos, siempre estamos en la búsqueda de nuevas experiencias. Pese a que el pasado año no contó con una enorme cantidad de bombazos en términos de lanzamientos, si que nos dejó varios títulos muy interesantes que tal vez se nos pasaron por alto. Es por dicho motivo que decidí armar esta lista con 10 videojuegos de 2024 que cuenta algunas caras conocidas y otras no tanto.
Cabe destacar que este listado es muy personal. Los títulos elegidos pasaron a formar parte de esta suerte de ‘top’ por diversas razones, dado que no hay un punto de comparación directo entre unos y otros. Todos y cada uno de ellos son verdaderos juegazos que gracias a sus virtudes ofrecen horas de diversión, ideales para esta época del año en la que en la que todavía estamos a tiempo de disfrutar, antes de la llegada de los grandes tanques del 2025.
¿Quién habría podido imaginar que 2024 iba a ser el año del regreso triunfal de Contra? ¡Claro que sí! De la mano de Wayforward, que es casi un sello de calidad de por sí, la franquicia legendaria de Konami volvió a ocupar su lugar en el podio del género Run ‘n Gun. Contra: Operation Galuga es un reinicio más que necesario para la saga, pero en ningún momento pierde de vista sus raíces. La narrativa adapta la base argumentativa del primer título y de a poco va incorporando guiños, elementos y personajes de las secuelas. El resultado es un Contra hecho y derecho, con una jugabilidad pulida y actualizada a los tiempos que corren. Con un altísimo factor de rejugabilidad y un final que nos deja listos para una inevitable secuela.
Hellblade II es mucho más que un buen juego, es una experiencia audiovisual profunda y cautivadora. Podría escribir 10 páginas sobre los maravillosos recursos narrativos que utiliza, en especial cuando se trata de transmitir sentimientos y sensaciones a través de un joystick, pero prefiero invitarlos a jugar y que lo vivan en carne propia. Senua’s Sacrifice es una obra de arte en sí mismo, pero a la vez una secuela perfecta que mejora a su antecesor en todos los frentes. El combate es más elegante y menos reiterativo, el apartado técnico es abrumadoramente inmersivo y la historia alcanza su clímax con una intensidad deliciosa. Al final nos quedaremos mirando los créditos mientras tratamos de digerir todo lo vivido: algo más elevado que un juego o una película, una historia viva.
Unepic Fran, o Francisco Tellez de Meneses, hace muy buenos juegos. No importa cuando lean esto y si alguna vez se cruzaron con uno de sus trabajos saben que tengo razón, pero Pampas & Selene es una maravilla aparte. Se trata de una secuela espiritual a un olvidado clásico de MSX que ofrece una experiencia moderna pero construida con las limitaciones técnicas de hace más de 30 años. Un mapeado extenso para crear un castillo repleto de mazmorras, jefes, secretos y docenas de habilidades para aprender. Se puede jugar de a 2 en simultáneo, tiene una curva de dificultad bien balanceada (salvo el final que es atroz) y conserva a la perfección la magia de los clásicos de la edad dorada del gaming.
El plataformero de Team Asobi ganó el GOTY en The Game Awards porque es un juego espectacular. Puede que no sea el mejor de su género, pero está cerca y es un producto cuidado desde el primer instante hasta el último momento de los créditos. Aprovecha al máximo las bondades del DualSense, en especial la vibración háptica y el parlante externo, y tiene un diseño de niveles de otro mundo. Si bien está, evidentemente, orientado a un público joven en realidad tiene algo para todas las edades. También hay desafíos opcionales realmente complicados y varios otros que se fueron sumando en las últimas actualizaciones, poniéndolo en el podio de los mejores plataformeros de la década. Astro Bot es un juegazo que puedo recomendar con absoluta tranquilidad, en especial para los que crecieron jugando en PlayStation.
Revisar juegos independientes nos expone a todo tipo de experiencias, pero de vez en cuando encontramos oro. Byte the Bullet es uno de esos juegos que pasan muy por debajo del radar, inclusive del periodismo, por eso hace falta recomendarlos y generar ese boca a boca tan necesario. Se juega como un Mega Man pero tiene una vuelta de tuerca mezclando géneros y celebrando a los grandes clásicos sin infringir (espero) la propiedad intelectual de los titanes de la industria. Cada mundo está inspirado en un componente de la PC que estamos reparando y, al completarlo, restablecemos su función. Esas son las bases de un sistema de progresión que termina definiendo la aventura, con un nivel de desafío digno de un juego de 8 bits y una sensación de gratificación tan brutal como la dificultad de los últimos mundos. La verdadera gema oculta del 2024.
Los que nos criamos jugando plataformeros en los 90’s tenemos una innegable nostalgia por aquella edad dorada del gaming. VEA Games se propuso reflotar esa magia y combinar elementos de grandes clásicos como Donkey Kong Country y Crash Bandicoot para hacer algo novedoso. El resultado es asombroso porque, si bien se nota de donde sale la inspiración, rápidamente se apropia de las mecánicas para crear algo diferente. Nikoderiko es realmente enorme y muestra su mejor cara cuando ya vimos un par de mundos, pero es divertido en todo momento. Si les gustan los clásicos de antaño y disfrutan de los desafíos difíciles, no pueden dejar pasar este gran juego. Su única contra es haber “homenajeado” demasiado el diseño de Crash y compañía, porque en realidad la propuesta es mucho más ambiciosa y superadora en todo sentido.
Un beat em up de la vieja escuela con multijugador local, realizado en un pixel art delicioso y con un nivel de desafío sencillamente brutal. Abathor prometía mucho, de hecho su demo ‘Atlantis Landing’ nos había dejado con ganas de más, y terminó cumpliendo con creces. Pow Pixel Games creó un clásico de antaño con herramientas modernas, de esos que nos castigan duro pero a la vez nos enseñan gradualmente a mejorar como jugadores. Tiene personajes bien diferenciados, una gran variedad de niveles y estilos de juego que rompen la monotonía propia del género, haciendo gala de un gran abanico de power ups y habilidades, y hasta una tienda para comprar mejoras. Jugarlo en cooperativo es una experiencia fantástica que no puedo dejar de recomendar, pero también se disfruta mucho si lo jugamos en solitario.
Nexon irrumpió en el ecosistema de los juegos gratuitos con The First Descendant, un shooter que bebe de las aguas de los grandes como Warframe y Destiny, pero también de Anthem y otros títulos fallidos. El resultado es un videojuego con un gunplay muy bueno protagonizado por más de una docena de héroes y heroínas espectaculares. Pero lo más importante es que el corazón de la propuesta, el endgame, está centrado en conseguir a todos los personajes y armas, es decir: el farmeo, una actividad que aquí es divertida gracias a un sistema de progresión claro y accesible. Todo lo importante se puede conseguir sin pagar, es cuestión de tiempo y suerte, y si pueden ver más allá de la desvergonzada táctica de desnudar a las protagonistas para vender skins (que está rozando extremos ridículos) van a encontrarse con un verdadero juegazo para jugar solo o con amigos.
Pocos juegos lograron trasmitirme sentimientos como Animal Well lo hizo cada vez que morí intentando una secuencia imposible de plataformeo, o renegué por quedar trabado por horas gracias a un puzzle críptico. Lo sufrí especialmente porque lo jugué de forma anticipada y no tenía a nadie a quien preguntarle nada, exactamente como jugábamos en los ’90. Pero eso hizo que me termine enamorando de su narrativa emergente y de esa constante sensación de misterio que habita en cada uno de sus cuartos. Es un metroidvania de exploración, sin combate ni espejitos de colores. No tiene textos, tutoriales, ni demasiadas explicaciones. Hay que sentarse a jugar y elegir para dónde avanzar. Hoy en día hay cientos de guías, pero recomiendo jugarlo a ciegas y tratar de desenredar sus secretos en sesiones de una o dos horas. Realmente es un juego único que merece disfrutarse con tiempo y ganas.
Dragon’s Dogma es uno de mis juegos favoritos. Por eso necesitaba jugar la secuela y créanme cuando les digo que me dejó impactado porque supera con creces todo lo que hizo grande a su antecesor, innovando únicamente en ciertos aspectos para no perder de vista su esencia. Es un RPG brutal que se abre a medida que mejoramos como jugadores, permitiéndonos vivir aventuras tan inolvidables como complicadas. El combate es directo, casi un hack & slash, pero con un fuerte énfasis en la personalización. Dragon’s Dogma 2 es un juego que nos hace abrazar las consecuencias de nuestras acciones, premia la observación y la exploración, y nos invita a explorar un mundo enorme repleto de peligros. Con múltiples finales y más de 60 horas de contenido aseguradas, se perfiló como uno de mis candidatos al GOTY 2024 y si hubiera ganado habría sido absolutamente merecido.
Sobre Sebastián Cigarreta
Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.
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